
Conjunto de imágenes del vórtice del polo sur de Venus en radiación infrarroja (a 3,8 micras) obtenida por Espectrómetro de Toma de Imágenes Visibles e Infrarrojas de la nave espacial Venus Express de la ESA. El conjunto de imágenes muestran la temperatura de las nubes a unos 65 km de altura. La región más oscura corresponde a temperaturas más altas y por tanto a alturas inferiores. El centro del vórtice con una temperatura de unos 250 ºK (-23 ºC) constituye la región más profunda y muestra una temperatura más alta. (ESA / VIRTIS / INAF-IASF / Observatorio de Paris-LESIA).
Cualquier cambio en el clima de Venus es digno de mención debido a que el planeta posee aspectos suficientes para mantener siempre las mismas condiciones, ha manifestado el Dr. Tim Livengood, investigador del Centro Nacional para la Educación de las Ciencias de la Tierra y del Espacio, de Capitol Heights, Md y actualmente en el Collage Park de la Universidad de Maryland, Md.
La Tierra tiene estaciones debido a que su eje de rotación está inclinado unos 23 grados, lo que da lugar a variaciones en la intensidad de la luz solar y a la duración del día en cada hemisferio durante todo el año. Sin embargo, Venus se ha inclinado tanto que está casi completamente cabeza abajo, quedando con una inclinación neta de menos de 3 grados respecto al Sol, por lo que los efectos estacionales son insignificantes, aclara Livengood que está destinado en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales en Greenbelt , Maryland, y añade, Además su órbita es más circular que la de la Tierra lo que le impide estar de forma apreciable más caliente o más frío según se encuentre más cerca o más alejado del Sol y por tanto, se podría esperar que los cuerpos se enfriasen más durante la noche,
Aunque el aire sobre las regiones polares en estas capas superiores de la atmósfera de Venus es más frío que el aire sobre el ecuador durante la mayor parte de las mediciones, a veces parecía ser más calido, manifestó el Dr Theodor Kostiuk del Centro Goddard de la NASA. En la atmósfera terrestre, existe un modelo de circulación denominado
Kostiuk y Livengood son los autores de un artículo relacionado con estas observaciones que aparecieron el 23 de julio en la edición digital de la revista Icarus.
Los cambios fueron observados durante periodos de tiempo que abarcaban días, semanas y hasta una década. Las temperaturas medidas en 1990-1991 eran más cálidas que las de 2009. Las mediciones obtenidas en 2007 mediante el Instrumento Goddard Heterodino para Vientos Planetarios y Composición (HIPWAC Goddard's Heterodyne Instrument for Planetary Wind and Composition), mostraron temperaturas más cálidas en la región ecuatorial que en 2009. Después de haber observado que la atmósfera puede cambiar, según manifestaciones del equipo, son necesarias realizar más investigaciones para establecer el modo en que muchos fenómenos pueden afectar a la atmósfera superior de Venus en diferentes intervalos de tiempo.
Además de todos estos cambios, también hemos apreciado temperaturas más altas que las previstas por el modelo convencional, el Venus International Reference Atmosphere model," manifestó Kostiuk. Esto quiere decir que aún tenemos mucho trabajo que realizar para actualizar nuestro patrón sobre la circulación superior de la atmósfera de Venus.
Aunque muy a menudo nos referimos a Venus como el hermano gemelo de la Tierra, puesto que son casi del mismo tamaño, éste acabó teniendo un clima muy diferenta del de la Tierra. Una comprensión más profunda de la atmósfera de Venus permitirá a los investigadores compararla con la evolución de la atmósfera terrestre, y proporcionarnos una idea acerca de por qué la Tierra se encuentra actualmente llena de vida mientras que por el contrario Venus soporta un clima infernal.
El equipo midió las temperaturas y la velocidad del viento en Venus, en su atmósfera superior, observando un brillo infrarrojo emitido por las moléculas de dióxido de Carbono cuando eran excitadas por la luz del Sol. La radiación infrarroja es invisible al ojo humano aunque la percibimos como calor, pero puede ser detectada mediante instrumentos especiales. En la investigación aparece como una línea en un gráfico del espectrómetro, un instrumento que separa la luz en los colores que la componen, en el que cada una de ellos corresponde a una frecuencia específica. El ancho de cada línea pone de manifiesto su temperatura, mientras que los desplazamientos en su frecuencia nos proporcionan la velocidad del viento.
Los investigadores compararon las observaciones de 1990 y 1991 (utilizando el Espectrómetro Goddard Heterodino de Infrarrojos de las instalaciones de la NASA en Mauna Kea, Hawai) con las observaciones de 2009 empleando el Espectrómetro Heterodino de Infrarrojos del Telescopio McMath del Observatorio Astronómico Óptico Nacional de Kitt Peak, Arizona.
Fuente: El presente artículo está basado en la información proporcionada por el Goddard Space Flight Center de la NASA (con adaptaciones editoriales realizadas por personal de Science Daily)