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Mapas celestes y uso de planisferios

  • Introducción. Mapas Celestes.

Debido a la rotación de la Tierra, y a su traslación alrededor del Sol, el cielo va cambiando continuamente, y nos va mostrando estrellas que en noches anteriores no podíamos observar, y nos va ocultando otras que llevábamos meses viéndolas.

Cuando queremos saber el cielo en una noche determinada, podemos sacarnos un «mapa celeste» desde un programa de ordenador automáticamente, pero normalmente, ésta no es la solución que utilizan los astrónomos amateurs para sus observaciones, pues si tuviésemos que sacar una fotografía del cielo para cada día y cada hora, sería un despilfarro de dinero, vamos.

¿La solución? Pues la sabremos a lo largo de este artículo.

Primero debemos saber que hay dos tipos de mapas celestes: los mapas cilíndricos y los mapas cenitales. Veámoslos detenidamente.

  • Los mapas cilíndricos

Estos mapas los podemos encontrar a veces en revistas, libros o en programas informáticos. Tienen una forma rectangular, donde el eje horizontal representa la ascensión recta, y el eje vertical la declinación. También es muy común que en el eje horizontal, junto a la Ascensión Recta aparezca Mapa cilíndricotambién los meses del año, que simplemente nos indican que para esos meses, el cenit caerá sobre esa ascensión recta. A la derecha nos encontramos con un mapa cilíndrico.

Son mapas que conforme nos acercamos a los polos celestes (corresponden a las declinaciones 90º y -90º) el mapa se va distorsionando, pues en lugar de un punto, los polos se convierten en rectas. Como elementos importantes, debemos destacar el ecuador (declinación 0º) y la eclíptica, que va formando como una especia de sinusoide: «~«.

En cuanto a los planetas, los mapas cilíndricos suelen representarlos, a veces como líneas que corresponden a sus órbitas para un período de tiempo específico.

Por lo general, sólo hay un mapa cilíndrico, y que es válido para todo el año. Esto es un problema si lo que queremos es observar el cielo en un lugar específico, y una fecha específica. Por ello se utilizan mejor los mapas cenitales, que se detallarán en el siguiente apartado. Pero si insistimos en utilizar un mapa como éste, debemos primero mirar a qué latitud estamos observando. Una vez que la tengamos, sólo debemos sumarle 90º para obtener el límite superior de nuestro mapa personalizado, y restarle 90º para obtener el límite inferior. Si, por ejemplo, vivimos en el ecuador, todo el cielo será visible para nosotros, pero si vivimos a una latitud de -30º, hacemos los cálculos: -30º + 90º = 60º (declinación superior) y -30º -90º = -120º (pero como nos hemos pasado de -90º, que es hasta donde llega el cielo, lo dejamos en -90º). Con esto hemos hallado los límites superior e inferior, ¿y los laterales? Pues como bien hemos dicho antes, aparece con frecuencia las fechas en la parte inferior, por lo que ese será el cenit para nuestra fecha. Visto que sólo vamos a poder ver medio cielo, le sumamos y restamos 6 horas por cada lado para nuestros límites laterales.

¿Parece un poco lioso, verdad? Pues no os preocupéis, para eso tenemos los mapas cenitales.

  • Mapas cenitales Mapa Cenital

Los mapas cenitales representan el cielo tal y como lo vemos en una fecha y lugar determinados. Para cada día del año y cada hora podríamos hacer un mapa de este tipo. El cielo que vemos en estas representaciones no tiene ninguna deformación. En estos mapas, el elemento de mayor importancia es el cenit o zenit. Éste es, recordemos, el punto más alto del cielo para un lugar de observación. Los mapas cenitales los podemos encontrar de dos formatos distintos.

En el primero de ellos (ver dibujo a la derecha), el cenit se encuentra en mitad del mapa, y el horizonte aparece en los bordes del mismo. En estos bordes, nos encontramos con los puntos cardinales: norte, sur, oeste y este (y sus derivados).

Es corriente que aparezca la eclíptica (recorrido aparente del Sol a lo largo del año), pues nos ayuda también a encontrar los planetas, que se hallan en torno a ésta. Además, a veces aparecen objetos del Catálogo Messier y otros de gran importancia: la galaxia de Andrómeda, las Nubes de Magallanes, nuestra propia Vía Láctea, la Luna…

También aparecen con frecuencia los nombres de las constelaciones, y sus líneas, para facilitar la identificación.

Estos mapas son de gran importancia porque nos muestran el cielo completo y son los más intuitivos. A la derecha tenemos un ejemplo de mapa cenital.

 

 

Mapa CenitalEn el segundo tipo (ver dibujo a la derecha), el cenit está arriba, y abajo nos encontramos con los puntos cardinales, pero no con todos, pues ahora vemos sólo una parte del cielo, que correspondería a la mitad de un mapa del primer tipo. El de la derecha nos muestra el cielo entre el cenit – oeste – norte – este.

Al igual que en los mapas anteriores, nos podemos encontrar con la eclíptica, los nombres de las constelaciones, nombres de las principales estrellas…

Aquí, el horizonte se nos muestra en la parte inferior del mapa, donde vienen indicados los puntos cardinales.

Aun así, estos dos tipos de mapas nos presentan un inconveniente: si queremos ver el cielo en un determinado día y lugar, no nos valdrá siempre el mismo mapa. Esto es así incluso para un mismo día, pues la rotación provoca que todo el mapa vaya cambiando, haciendo que los objetos aparezcan por el este y se oculten por el oeste.

  • Planisferios

PlanisferioLos planisferios surgieron hace varios siglos con la necesidad de que con un sólo instrumento se pudiera saber qué aspecto presentaba el cielo en una fecha determinada sin gastar más recursos. El mapa generado por estos planisferios es de tipo cenital, aunque en este caso el mapa presenta una forma elipsoidal.

Los planisferios son hoy en día un instrumento bastante útil para los astrónomos, y se encuentran disponibles en tiendas de astronomía.

Lo primero que debemos tener en cuenta en cuanto a los planisferios es que no nos vale uno cualquiera, ya que si vivimos en Argentina, no nos valdrá un planisferio de España, pues nos muestra un cielo completamente distinto. Por ello hay que fijarse en que en los planisferios se detalla una latitud característica. Por ejemplo, si queremos un planisferio para España, nos valdrá uno de latitud 40º Norte, aunque la Península Ibérica se encuentre entre las latitudes 36º y 44º Norte (para las Islas Canarias necesitaríamos otro planisferio). Para Argentina, en cambio, el planisferio que necesitaríamos sería de 30º Sur, y así para cada zona del mundo.

    • Aspecto del planisferio

¿Cómo es un planisferio? Pues está formado por dos círculos. El 1º suele ser de cartón y de color negro, azul o blanco, y sobre él está representado todo el cielo que se puede ver a una latitud en todo el año. En los bordes de este círculo, están puestas las fechas de todo el año. El 2º círculo está dividido en 2 zonas, una transparente que nos mostrará el cielo visible para una fecha determinada, y otra opaca que nos ocultará una parte del cielo que no veremos para dicha fecha. La zona transparente tiene forma de elipse, y sus bordes representan el horizonte de nuestro cielo. Nuestro cenit está justo en el centro de la elipse.

Cuanto mejor sea el planisferio, mayor será el número de objetos que nos muestre. El planisferio nos muestra no sólo estrellas, sino la propia Vía Láctea, las Nubes de Magallanes, la Galaxia de Andrómeda, los objetos del catálogo Messier, y otros de especial importancia (aunque esto ya depende de la calidad del planisferio).

En cuanto a las estrellas, debemos saber que cuanto mayor sea el punto que la represente, mayor será su brillo aparente. Junto a éstas a veces aparecen sus nombres (si son importantes), o sus designaciones con letras griegas. Si aparecen de ésta última forma, una letra alpha (α) nos indicará que la estrella es la más brillante de su constelación, la beta (β) será la siguiente, después la gamma (γ), delta (δ)… aunque no siempre ocurre así.

El Sol no aparece en el mapa, pero sí su recorrido a lo largo del año, es decir, la eclíptica, con forma elipsoidal. Los planetas no vienen nunca en los planisferios, ya que cambian de un día para otro y no coinciden de año en año.

    • Uso del Planisferio

Una vez descrito nuestro nuevo instrumento, ya sólo nos queda saber utilizarlo. Para ello fijémonos en que en el círculo transparente aparecen en sus bordes indicadas las horas, y en el borde del círculo de cartón las fechas (días y meses).

Las horas que vemos no son las oficiales para un lugar de observación, sino la hora solar del mismo. Para calcular la hora solar sólo hay que hacer algunos ajustes, además de tener en cuenta el cambio horario, ya que las que vienen en nuestro planisferio corresponderían a las horas en el meridiano de Greenwich.

En el caso de España, para saber la hora solar se hace lo siguiente: si estamos en otoño o invierno, le restamos una hora a la oficial, y si estamos en primavera o verano, le restamos 2 horas.

Si queremos, por ejemplo, observar a las 23 horas solares el 11 de junio, tendremos que configurar el planisferio tal y como se muestra en la fotografía de la derecha: con el «23» apuntando al 11 de junio. Es muy sencillo.

Ya que acabamos de colocar el planisferio según nuestras necesidades, sólo nos queda saber interpretar el cielo que vemos. En los bordes de este cielo (el horizonte), verás claramente que están los 4 puntos cardinales. Elijamos uno de ellos, por ejemplo, el norte, y giremos el mapa hasta que la palabra norte aparezca bien situada, estando el cielo encima de «NORTE», y que debajo de ésta sólo tengamos la zona opaca. Con la ayuda de una brújula, nos situamos con el planisferio mirando al norte, y ya tenemos lo que queríamos, empezaremos a reconocer las estrellas más brillantes, hasta encajar nuestro planisferio con el cielo que vemos. Con cada uno de los otros 3 puntos cardinales podemos hacer lo mismo.

    • Salidas y puestas de Sol

¿Sabía que puedes utilizar un planisferio para saber a qué hora saldrá el Sol mañana y a qué hora se pondrá? Pues si no lo sabías, ahora te lo explicaremos, es algo que la gente suele desconocer.

Para ello fijémonos en dos líneas especiales: el horizonte (los bordes del mapa) y la eclíptica. Veamos los pasos a seguir:

  1. Elige una fecha concreta (no hace falta que muevas el planisferio). Nosotros hemos escogido el 15 de septiembre (círculo rojo).
  2. Traza una línea (no hace falta que la dibujes sobre el planisferio, ayúdate con el filo de una hoja o de una regla) desde el centro del planisferio hasta la fecha escogida, para ello date cuenta que las líneas de ascensión recta te pueden servir de gran ayuda. A la derecha hemos trazado una línea en verde.
  3. Esa línea que has creado corta a la eclíptica en un punto (no le vamos a poner nombre, no te preocupes). Nosotros hemos señalado con un círculo verde el lugar donde corta nuestra eclíptica a la línea verde.
  4. Giramos el planisferio hasta que el horizonte coincida exactamente con el punto (Lo puedes hacer en dos lugares concretos, uno de ellos te servirá para hallar el ocaso y el otro para el amanecer).
  5. Ya sólo nos queda observar: mira qué hora pone exactamente en la fecha que escogiste. Ya está hecho. A nosotros nos ha salido que el amanecer es a las 5:40 aproximadamente (hora solar). Con el ocaso, el procedimiento es el mismo, pero dándole media vuelta al planisferio.