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El cielo nocturno, tus primeros pasos.

¿Qué es la Astronomía?

Etimológicamente, La palabra astronomía viene del griego αστρονομία, que se divide en άστρον (astros = estrellas) y νόμος (nomos = leyes o conocimientos), lo cual quiere decir «Leyes de las estrellas» o «Conocimiento de las estrellas».

Para ser más concretos, la Astronomía es actualmente la ciencia que estudia los fenómenos que ocurren fuera de La Tierra. Por ello, estudia el origen del Universo, su evolución y su futuro. Para ello se vale de la observación para llevar a cabo sus investigaciones y poder sacar conclusiones que hagan fortalecer a esta ciencia.

¿Y astronauta, qué significa? Pues viene del griego άστρον (estrellas) y ναυτης (marinero), es decir, marinero de las estrellas. También hay que decir que astrónomo, cosmonauta, y taikonauta significan lo mismo, solo que cosmonauta se utiliza para los astronautas rusos, y taikonauta para los chinos.

Astronomía y Astrología, ¿en qué se diferencian?

Al principio, la Astronomía y la Astrología eran el mismo concepto, pues se pensaba que los hechos que ocurrían en el Universo (las posiciones de los planetas, los eclipses…) estaban directamente relacionados con los sucesos de la vida cotidiana de las personas. Con el tiempo, la Astronomía y la Astrología se fueron separando, y ya con una clara diferencia: la Astronomía utilizaba el método científico, mientras que la Astrología por el método de… «porquelodigoyoypunto». En la actualidad es un gran error confundir ambos términos (nunca confundas a un astrónomo con un astrólogo o acabaréis mal, muy mal).

¿En qué se divide la Astronomía?

La Astronomía tiene varias divisiones, entre las cuales podemos citar las siguientes:

  1. Astrofísica – Trata del estudio de los procesos físicos del Universo y de las propiedades físicas de los cuerpos. Por ejemplo, la explosión de una nova, la evolución de un agujero negro, la colisión de galaxias…
  2. Ciencias Planetarias – Ésta ciencia estudia los planetas del Sistema Solar. Pero el descubrimiento en la última década de más de 150 planetas extrasolares (fuera de nuestro Sistema Solar) han hecho expandir esta ciencia hacia todos los planetas del Universo (seguramente hay muchos más planetas en el Universo que estrellas).
  3. Arqueoastronomía – Como su nombre bien indica, la arqueoastronomía es una fusión de la Astronomía y de la Arqueología, consistente en estudiar los métodos, instrumentos, edificios y observaciones que se han llevado a lo largo de la Historia y Prehistoria. Esto nos ha permitido conocer cómo eran determinados aspectos del cielo hace miles de años. Como ejemplo hay que poner al Observatorio de Stonehenge, un complejo megalítico que permitía conocer el inicio de las estaciones y otros aspectos del calendario.

Aunque hay más divisiones, he considerado a éstas como de las más interesantes, aunque te vuelvo a repetir que la Astrología no pertenece a la Astronomía, vamos, por si acaso.

El Universo en movimiento

¿Qué es el Universo? Pues todo. Todo lo que vemos y no vemos porque nuestros ojos no llegan a alcanzar. Desde los objetos inertes que hay a nuestro alrededor hasta los más lejanos que pueda haber en los extremos de donde habitamos. Ésto comprende todos los objetos posibles, tengan vida o no: las estrellas, planetas, asteroides, materia oscura… En fin, todo.

Hay gente que dice que la Astronomía es aburrida porque siempre se ve lo mismo. Afortunadamente, están muy equivocados. No hay nada que no esté en movimiento: desde los pequeños satélites artificiales de la Tierra hasta los grandes supercúmulos de galaxias situados a decenas de millones de años luz de nosotros. Y esto por poner un ejemplo. Porque las estrellas evolucionan en el tiempo, y pueden tener varios finales alternativos en acorde con sus características físicas.

 

Viaje a las estrellas

¿Qué tal si le echamos un vistazo al cielo? Para empezar, no utilizaremos ni planisferios, ni telescopios, ni prismáticos, comenzaremos con nuestros ojos y no más. Esta es la manera que hay para que no te aburras con la Astronomía, pues si empiezas directamente mirando por un telescopio bueno, todo su encanto puede perderse. Así que vayamos poco a poco, y ya verás los resultados…

Tal vez conozcas los efectos de la contaminación lumínica, sí, esa puñetera luz que nos quita casi todas las estrellas del cielo. Siempre que puedas, aléjate de ésta si quieres observar un cielo de buena calidad. Lo próximo que debemos hacer es ponernos cómodos, tumbados o sentados en alguna silla, aunque yo escojo lo primero. Y ahora miraremos al cielo. Tampoco estaría mal tener a alguien al lado, para no aburrirse.

Las Estrellas

Mizar y AlcolLo primero que te llamará la atención será la gran cantidad de puntitos parpadeantes que verás en el cielo. Por supuesto, éstas son las estrellas, situadas a años luz de la Tierra. ¿Consigues ver de qué color son esas estrellas? Tal vez te resulte difícil, porque es como estar en una habitación oscura y hacer lo mismo, pero si te esfuerzas un poco, pronto llegarás a reconocer el color de alguna, las verás rojas, azules, blancas, amarillas, naranjas… en fin, toda una gama de colores que no tiene desperdicio. ¿Porqué son de distintos colores y no amarillas como nuestro Sol? Esto es debido a la temperatura de cada una: las azules son las más cálidas, y las rojas las más frías. ¿Por qué parpadean? Esto es un efecto que crean las capas atmosféricas y que hacen que las estrellas tengan esta extraña propiedad, pero en realidad las estrellas no tienen parpadeo.

Los Planetas

Si seguimos mirando al cielo, es posible que veamos «estrellas» que no parpadean. ¿Un fallo del cielo? Pues no, es que no son estrellas, sino planetas. Si nos fijamos en las posiciones de los planetas en un período, podremos ver que éstas se desplazan por el cielo, unas más rápidas que otras.

¿Qué planetas podemos ver desde La Tierra a simple vista? Aunque esta pregunta depende de la fecha en que miremos al cielo, imaginemos que los tenemos todos delante de nuestras narices. Al atardecer o amanecer y pegados al Sol, es posible que veamos a los dos planetas más cercanos al Sol físicamente: Mercurio y Venus. Éste primero es difícil de ver, y nunca debes intentar verlo directamente por instrumentos pues está demasiado pegado al Sol y te podría causar ceguera instantánea (el que avisa no es traidor ¿eh?). Y por si acaso, ten mucho cuidadito con Venus, aunque éste está más alejado del Sol. Venus es el planeta más brillante que podemos ver desde la Tierra. Si no te das prisa, estos planetas desaparecerán pronto del cielo, por lo que tienes poco tiempo para verlos. Después, puedes ver Marte (destaca por su color rojizo), Júpiter y Saturno (éste último posee un color amarillento). Si te preguntas dónde están los otros que faltan, tal vez de desilusione al decirte que estos no los podrás ver a simple vista, pues aunque Urano está al límite de la visibilidad, seguro que lo confundirás con alguna estrella. Neptuno y Plutón son los dos últimos planetas de la lista, pero no son visibles.

La Luna

La Luna¿Qué pensabas, que se me olvidaba la Luna? Pues no. Este cuerpo es el segundo más brillante del cielo, seguido, por supuesto, del Sol. Para la observación a simple vista, éste es el cuerpo más interesante. A simple vista, podrás ver zonas oscuras y zonas claras. Las oscuras corresponden a sus «mares», y no me refiero a mares de ningún elemento líquido, sino a regiones llenas de lava basáltica solidificada. En cuanto a las zonas claras, corresponden a zonas altas donde los cráteres han ido modificando el relieve lunar desde la formación del sistema solar.

¿Conoces las fases de la Luna? Es muy sencillo, en un periodo de 28 días aproximadamente, la Luna da una vuelta completa a la Tierra, y el Sol va iluminando distintas áreas de su superficie, de modo que desde la Tierra vemos el siguiente ciclo:

  1. Al principio la Luna no aparece (Luna nueva).
  2. Su superficie se va iluminando y el tamaño visible de la Luna desde la Tierra va aumentando (Luna Creciente). Cuando tiene un 50 % de su cara visible iluminada, se dice que está en cuarto creciente. Presenta un aspecto de «D».
  3. Cuando está completamente iluminada su cara visible, entra en la fase de Luna llena.
  4. Por último, comienza a decrecer su parte visible (fase menguante). Cuando llega de nuevo al 50% de su cara iluminada, se dice que está en cuarto menguante. Su aspecto ahora es de una «C».

Ahora bien, ¿no te parece que en todas las fotos la Luna muestra siempre la misma cara? Esto es porque su periodo de rotación coincide con el de traslación, provocando que siempre muestre la misma cara a la Tierra. A la cara siempre visible se le llama, por supuesto, cara visible, y a la otra, «cara oculta».

Otra de las cosas que puedes ver en la Luna es la «luz cenicienta». Esto ocurre en los primeros días de la fase creciente (al comenzar a iluminarse), y consiste en que la parte oscura de la cara visible se encuentra ligeramente iluminada debido al resplandor que le suelta la Tierra.

La Vía Láctea y las galaxias

Galaxia de AndrómedaSiguiendo con nuestra pequeña observación, fíjate en que la Vía Láctea cruza todo el cielo. Para ver la Vía Láctea es necesario que estemos en un sitio oscuro. Como sabrás, la Vía Láctea (Camino de Leche) está formada por numerosas estrellas que llegan a mezclarse entre sí y crean ese hermoso panorama. La Vía Láctea es nuestra galaxia, y lo que vemos desde aquí son sus brazos espirales. Te preguntarás si es la única galaxia visible a simple vista, pues bien, podemos ver otras 3 galaxias: la Galaxia de Andrómeda, y las Nubes de Magallanes (la Pequeña y la Grande). La de Andrómeda la puedes ver aquí a la derecha. Ésta está en el cielo del hemisferio norte, y la puedes ver como un pequeño objeto difuso y algo alargado. Las otras dos galaxias son más grandes desde la Tierra, y se localizan en el cielo del hemisferio sur. Éstas galaxias tienen algo en común: se encuentran en el Grupo Local de Galaxias, una región donde hay más de 20 galaxias, de las cuales Andrómeda y la Vía Láctea son las más grandes. Las Nubes de Magallanes son dos pequeñas galaxias irregulares muy vecinas a la nuestra.

Cúmulos de estrellas

Dejemos a un lado las galaxias para irnos a otro tipo de objetos celestes: los cúmulos de estrellas. Éstos pueden resultar muy parecidos a las galaxias, pues si se ven pequeños se nos presentan borrosos. Los cúmulos pueden ser de dos tipos: abiertos y globulares. Los globulares se caracterizan por tener a sus estrellas más concentradas conforme nos acerquemos al centro del cúmulo. Los abiertos, por el contrario, tienen a sus estrellas desperdigadas. De este tipo podemos ver a simple vista unos cuantos, como por ejemplo las estrellas que forman la cola de la Osa Mayor (bajo la denominación Cr 285), también podemos ver el cúmulo de las Pléyades, en la constelación de Tauro (éste cúmulo se utiliza para ver lo aguda que puede llegar a ser la vista de una persona, por término medio podemos ver 6 ó 7 estrellas). No muy lejos de las Pléyades nos encontramos a las Hyades, en la misma constelación y con más estrellas visibles a simple vista. En cuanto a cúmulos globulares, cabe mencionar el cúmulo M13 en la constelación de Hércules, un pequeño objeto borroso en el centro de dicha constelación. Y por supuesto no olvidar al cúmulo Omega Centauri, en la constelación de Centauro. Éste es uno de los mayores que se conocen.

El cúmulo de las Pléyades

Nebulosas, cunas estelares

Siguiendo con nuestro recorrido por el cielo, podemos ahora hacer una parada en las nebulosas. Éstas se distribuyen por todo el cielo (principalmente por la Vía Láctea). Las hay de distintos tipos:

  1. Nebulosa oscura – sólo son visibles si hay algo brillante detrás de estos. La famosa «Nebulosa Cabeza de Caballo» es una nebulosa oscura en la constelación de Orión, pero no es visible a simple vista.
  2. Nebulosa de emisión y de reflexión – son dos tipos distintos pero que ya pasaremos en otro artículo a diferenciarlos. Son nubes de gas, y como ejemplos pues tenemos a la Nebulosa de Orión, la Norteamericana, la nebulosa Laguna…
  3. Nebulosa planetaria – No hay nebulosas planetarias visibles a simple vista, por lo que ya nos ocuparemos de éstas más adelante.
  4. Remanante de supernova – Tampoco son visibles a simple vista, pero pongamos el ejemplo de la Nebulosa del Cangrejo, bien conocida por todos. Los remanentes de supernova son los restos de las explosiones de estrellas muy masivas ocurridas en el pasado. Ésta, en particular, acaeció hace un siglo.