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El Observatorio Espacial Integral de la ESA, ha fotografiado en la Vía Láctea, una erupción de rayos gamma desde un posible agujero negro.

El fenómeno tuvo lugar el 17 de septiembre del 2006 y gradualmente fue incrementando su brillo durante varios días antes de empezar a disminuir. Estas variaciones de brillo denominadas curvas de luminosidad, permiten a los astrónomos identificar la fuente como un agujero negro. Es probable que un disco de polvo y gas describiendo una órbita alrededor de un agujero negro llegue a ser inestable, y parte del mismo colapse, creando la erupción. El Observatorio Integral de Rayos Gamma de la ESA, ha localizado una rara erupción de rayos gamma. Esta enorme explosión de energía permitirá a los astrónomos situar con toda precisión un posible agujero negro en nuestra galaxia.

La erupción fue descubierta el 17 de septiembre de 2006 por el personal del centro de datos del ISDC en Versoix (Suiza). Los astrónomos de éste centro analizan continuamente los datos que se reciben a través de los Rayos Gamma, porque se trata de una información que está cambiando constantemente. ”El centro galáctico constituye una de las regiones mas intrigantes para la astronomía de Rayos Gamma, porque existen muchas fuentes potenciales de los mismos”, según ha manifestado Roland Walter, astrónomo del ISDC y autor del presente estudio. Para resaltar la importancia de esta región, el observatorio está realizando actualmente un programa clave de casi cuatro semanas de duración, dedicado exclusivamente al estudio del centro galáctico. Con esto se pretende entender mejor las características de estos rayos procedentes del centro de nuestra galaxia y de los objetos que le rodean. Fue durante una de estas primeras observaciones cuando tuvo lugar una de estas fulguraciones. Hechos de esta naturaleza se conocen con el nombre de “diana de oportunidades”.

En un principio no se supo la clase de erupción que se había detectado. Algunas de estas emisiones de rayos gamma duran un breve periodo de tiempo, por este motivo, se alertaron inmediatamente otros observatorios alrededor del mundo sobre el acontecimiento y la posición del mismo, gracias a lo cual también pudieron seguir el acontecimiento. Afortunadamente el Observatorio Espacial Integral posee los medios para establecer claramente la posición de estos fenómenos con gran precisión. La emisión continuó aumentando en intensidad durante varios días antes de iniciar su declive que duró varias semanas. La manera acerca de, cómo el brillo experimenta un aumento para posteriormente iniciar su declive se conoce entre los astrónomos como “curva de luminosidad”, y fue tan solo después de algunas semanas, cuando se pudo analizar esta curva y establecer que se trataba de un extraño acontecimiento, puntualizó Walter. Tras la comparación de ésta curva de luminosidad con otras de archivo, se reveló, que podría haber tenido lugar una erupción procedente de un sistema binario, en el que uno de sus componentes era una estrella como nuestro sol siendo el otro un agujero negro. En este tipo de sistemas, la intensa gravedad del agujero negro, desgarra la estrella que le acompaña y mientras gira a su alrededor la va deshaciendo en chorros de gases que circundan al agujero negro formando un disco conocido como disco de acreción. A veces este disco se vuelve inestable y colapsa en el agujero negro dando lugar a la fulguración que ha observado el Observatorio Espacial Integral.

Los astrónomos aún no están seguros de porqué el disco de acreción colapsa de este modo, pero una cosa si es cierta y es que, cuando lo hace, emite miles de veces la energía que desarrolla durante el proceso anterior. Puesto que se cree que estos sistemas binarios estrella-agujero negro son raros en la galaxia, los astrónomos esperan que el Integral los observe tan solo una vez cada pocos años. Esto los convierte en un precioso material para su estudio. Gracias a las rápidas reacciones de los astrónomos en el ISDC, las observaciones fueron realizadas con satélites y observatorios alrededor de todo el mundo, entre los que se encuentran el Observatorio de Rayos X, MMX-Newton de la ESA, y los telescopios espaciales Chandra y Swift de la NASA así como varios telescopios terrestres. A los astrónomos les espera un duro trabajo tratar de interpretar toda la información recibida.

Texto e imagen en: http://www.universetoday.com/2006/11/27/black-hole-erupts-on-camera/

Traducción realizada por: pedialum.