Aunque el viaje en el tiempo es aparentemente imposible, actualmente podemos mirar hacia atrás en el mismo, con nuestros telescopios, para saber las condiciones de nuestro universo en tiempos pasados. El telescopio espacial Spitzer, ha encontrado algunas tenues y distantes galaxias situadas en el borde de nuestro universo, que nunca habían sido vistas con anterioridad.
Situadas a 12,5 miles de millones de años luz de distancia de la Tierra, estamos observando estas galaxias, justo cuando nuestro universo tan solo tenía mil millones de años.
Mediante la capacidad de observación en el infrarrojo del Spitzer, los astrónomos han sido capaces de tomar imágenes en el con esta radiación e incluso pesar muchas de estas antiguas galaxias. Conociendo la masa y la composición química de estas primera galaxias de nuestro universo, y realizando tomas instantáneas de otras galaxias con edades diferentes, nos han proporcionado una mejor idea acerca de cómo el gas, el polvo y los metales, materiales todos ellos que contribuyeron a la formación no solo del Sol y la Tierra, sino también de todo el Sistema Solar, ha evolucionado a lo largo de la historia del Universo, ha manifestado el científico del Spitzer el Dr. Ranga Ram Chary.
A diferencia de las galaxias de hoy, Chari ha manifestado que las galaxias existentes en el Universo con una edad de mil millones de años, eran mucho más originales. Estaban compuestas principalmente por Hidrógeno y Helio y conteniendo menos del 10 % de los metales pesados que observamos actualmente en el Universo e incluso en la Tierra. Los astrónomos han encontrado que estas galaxias lejanas fueron de poco peso o poco masivas, comparadas con las maduras que observamos actualmente.
Unos pocos miles de millones de años después del Big Bang, nacieron el 90 % de las estrellas en este tipo de tenues galaxias. Identificando esta población, esperamos obtener una visión del entorno donde se formaron las primeras galaxias del Universo manifestó Shary.
Para localizar estas tenues galaxias, los astrónomos siguieron el origen del persistente brillo que quedaba tras las ráfagas de rayos gamma. Los astrónomos creen que las ráfagas de rayos gamma se producen cuando muere una estrella masiva y se convierte en un agujero negro.
Este brillo se produce cuando emiten luz los electrones energéticos, al moverse en espiral alrededor de un campo magnético, En su muerte explosiva, la materia expulsada de las estrellas masivas aplasta al gas circundante. Esta violenta colisión calienta el gas y energiza sus electrones
Una vez que se determinaron las coordenadas de las tenues galaxias, el equipo de Chary utilizó la cámara supersensible de rayos infrarrojos del Spitzer para realizar fotos de las galaxias. La cantidad de luz procedente de las mismas permitió a Chari determinar la masa de las mismas.
Fuente: Spitzer Space Telescope Press Release
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