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Uno de los principales métodos empleados en el ejercicio de las ciencias consiste en la búsqueda de patrones. Su descubrimiento, a menudo deja entrever algo importante a lo que debemos prestar atención si queremos comprender un principio. Esto pueden ser cosas simples, como los ciclos del cielo durante todo el año que trazan nuestro movimiento en el Sistema Solar, a las pautas de las líneas espectrales que permiten a los astrónomos cuantificar el Universo. Regresando a la escala de nuestro Sistema Solar, una pauta tan clara que se mantuvo inquebrantable hasta 1846 fue la Ley de Titius-Bode. Esta ley hace la observación de que la distancia de los planetas al Sol parece seguir una pauta descrita por la ecuación: a = 0,4 + 0,3 × 2n, siendo n el número del planeta en orden creciente a su distancia al Sol. Este patrón se cumple muy bien para los siete primeros planetas, siempre y cuando se incluya el asteroide Ceres o el cinturón de asteroides como planeta número 5. Sin embargo, el descubrimiento de Neptuno y Plutón desacreditó esta pauta como una mera coincidencia, una casualidad numerológica matemática que predice rigurosamente sus distancias.

Todavía, algunos se preguntan si no hay algo más allá de la regla y que las resonancias orbitales no tienen algún efecto sutil que se está pasando por alto, y hacen de esta pauta una ley, al menos para los planetas más interiores. Con el rápido descubrimiento de planetas alrededor de otras estrellas, los astrónomos están tratando de buscar una vez más si podría haber algún tipo de verdad a este patrón.

Uno de los sistemas exo-planetarios más densamente poblados y bien estudiados es 55 Cancri. Un documento publicado en el 2008 en el Mexican Journal of Astronomy and Astrophysics, intenta aplicar la ley de Titius-Bode a este sistema. En este estudio, la regla clásica podría no ser adecuada, pero a partir de los cinco planetas conocidos hasta ese momento, los investigadores fueron capaces de adecuar una función exponencial similar para ese sistema. Con esa función hallaron que, al igual que en nuestro Sistema Solar, había un “planeta perdido”, que debería ser el quinto de la estrella anfitrión. La función predecía que debería encontrarse a aproximadamente 2 Unidades Astronómicas (**), sin embargo, desde que fue publicado el artículo, se han revisado de manera apreciable las características orbitales del sistema, expresando las predicciones del estudio de 2008.

No obstante, otro informe, publicado recientemente, actualiza el ajuste al sistema 55 Cancri. Esta vez, para hacer bien el ajuste, el autor se vio obligado a asumir la posibilidad de que quedaran cuatro planetas por descubrir. Si existieran, uno de ellos debería estar al menos a una distancia de 1,5 UA para que el sistema pueda colocarlo en la zona habitable.

Pero, ¿qué hay de otros sistemas planetarios¿. Actualmente, existen muy pocos sistemas distintos a este suficientemente explorados para comenzar a aplicar este tipo de posibles relaciones. En otro artículo sobre este tema publicado en 2010, hizo la observación de que, en este momento, tan solo se conocen 15 sistemas con tres o más planetas. Mientras que algunos parecen que tienen superficialmente algún tipo de pautas, los autores declinan especular sobre si poseen algún significado más profundo, ya que con pocos datos resultaría fácil encontrar una pauta.

Así que por ahora, tenemos otro juego de paciencia para que los astrónomos continúen probando más sistemas y descubriendo más planetas. Si en algún momento, se llega a descubrir un planeta predicho por la ley de Titius-Bode, apoyaría el principio subyacente de que algo estaría agrupando los planetas de una manera regular. Pero de nuevo, esto es lo que se dijo cuando fueron descubiertos Ceres y neptuno.

Fuente: Universe Today

(*) Ley de Titius Bode (Wiki)

(**) Unidad astronómica (UA)