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Esta es la disyuntiva: no se trata de si un asteroide puede o no golpear a nuestro planeta, sino ¿Cuándo? ¿Por qué esperar al impacto de un asteroide?, dejémoslos ahí fuera y aprendamos en primer lugar a como prevenirlos.


Parte de este proceso de aprendizaje radica en saber con detalles ¿qué asteroides pueden en principio cruzar la órbita de la Tierra? La ESA trabaja en esta labor con la misión Don Quijote.

Existen varios problemas en relación a los mismos. Para comenzar, no sabemos donde se encuentran, pero incluso aunque sepamos su localización y tracemos sus órbitas, tan solo será un juego de probabilidades. Con el tiempo, los asteroides, interaccionan con otros cuerpos y sus órbitas se ven modificadas de un modo difícil de predecir. Y no solo eso, sino que la luz solar los calienta originando una leve e impredecible alteración de sus órbitas.

Los astrónomos están realizando una dura labor en catalogar los asteroides conocidos, las exploraciones automáticas podrían localizar cuerpos mayores de 140 x 2020 metros, pero situar sus posiciones con exactitud y sus trayectorias futuras es la parte más laboriosa.

Por tanto, Europa está planeando alcanzar y marcar un asteroide. Mediante una baliza localizadora, un asteroide sería mucho más fácil de seguir su rastro según se desplaza por el Sistema Solar.

Esta misión ha sido designada como Don Quijote y constará de dos fases. La primera de ellas consistirá de un orbitador que se encontrará con un asteroide y comenzará a girar a su alrededor. Monitoreará el asteroide durante varios meses, estudiando su tamaño, forma, masa y campo gravitatorio.

En la segunda fase, una nave espacial golpeará al asteroide a una velocidad de 10 km/s que será observada por el orbitador de un modo similar a como se hizo con el Deep Impact. El orbitador volverá a estudiar el asteroide de nuevo y analizará los cambios efectuados. Los observadores en la tierra también podrían realizar mediciones precisas de la orbita del asteroide y determinar como se ha visto afectada su trayectoria después del impacto.

La ESA no tiene en mente ningún asteroide en concreto, pero está considerando seriamente una roca espacial denominada Apophis, que podría acercarse peligrosamente a la Tierra en el futuro.

Si la misión resulta aprobada, se podría lanzar en la próxima década y precisar de unos 25 meses en alcanzar su objetivo. Puede que entonces logremos dominar de una manera mejor los asteroides potencialmente peligrosos y aprender todo lo que necesitamos saber para prevenirlos.

Fuente: ESA News Release y Fraser Caín en Universetoday.com

Imagen: http://www.universetoday.com/…/2007-0920don.jpg