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Los astrónomos admiten que las galaxias que observamos hoy día, son el resultado de mil millones de años de evolución. Las colisiones entre galaxias pequeñas e irregulares, dieron lugar a la formación de majestuosas espirales como nuestra Vía Láctea, pero ¿depende la evolución de las condiciones iniciales, o simplemente de las colisiones entre ellas¿.

Un examen reciente de de más de 6500 galaxias a diferentes distancias, demuestra que, el entorno del Universo primigenio tuvo un papel relevante sobre la evolución de las galaxias que vemos hoy día y tanto este como las posteriores colisiones, tuvieron un papel significativo. Mediante el Gran Telescopio VIMOS de la ESO, un equipo de astrónomos franceses e italianos, han demostrado la enorme influencia que dicho entorno ejerció sobre la forma en que se desarrollaron. Los científicos han cartografiado por vez primera, partes remotas del Universo, mostrando que la distribución de las galaxias han tenido una evolución considerable con el paso del tiempo, habiendo estando influenciadas por su entorno más cercano. Este sorprendente descubrimiento plantea nuevos desafíos para las teorías de formación y evolución galácticas.

“Naturaleza frente a alimentación” constituye un viejo dilema en psicología humana, pero los astrónomos también tienen que hacer frente a otros enigmas similares, especialmente cuando intentan resolver una cuestión que toca de lleno el corazón de las teorías cosmológicas, ¿las galaxias que observamos son, sencillamente el resultado de las condiciones primigenias en las que se formaron, o cambios en su pasado alteraron la trayectoria de su evolución¿ Tras un minucioso examen de tres años de duración, realizado con el VIMOS, ( Visible Imager y Espectrógrafo VLT Multi-Object de la ESO), los astrónomos han estudiado mas de 6500 galaxias a diferentes distancias para investigar como varían sus características a diferentes escalas de tiempo, en diferentes entornos y luminosidades variables. Así fueron capaces de construir un atlas de Universo en tres dimensiones, retrocediendo más de 9 mil millones de años. Este nuevo censo revela un resultado sorprendente, la relación color/densidad que describe las características entre las propiedades de una galaxia y su entorno, fueron notablemente diferentes hace 7 mil millones de años. De este modo han podido determinar que, la luminosidad de las galaxias (su principal característica inicial) y el entorno en que residían tuvo un profundo impacto en su evolución.

Nuestras conclusiones indican que su entorno representa un papel fundamental en su evolución, pero no existe una respuesta sencilla al dilema “naturaleza frente a alimentación”, según ha manifestado Olivier Le Févre del Laboratorio de Astrofísica de Marsella que coordina el equipo que ha realizado el descubrimiento con el VIMOS VLT “Las galaxias tal y como las vemos actualmente constituyen el resultado de su naturaleza, desarrollada al transcurrir el tiempo junto con las complejas interacciones con el medio que les rodea, tales como sus fusiones”. Los científicos sabían durante décadas que, las galaxias en el pasado lejano eran diferentes al aspecto actual, como nuestra Vía Láctea. Actualmente las galaxias se pueden clasificar de una manera general como: rojas, cuando no nacen o nacen muy pocas estrellas en su seno, o azules cuando aún tienen lugar nacimientos de las mismas, existe por otra parte, una fuerte correlación entre el color de una galaxia y el entorno en el que reside, encontrándose las más tranquilas en densos cúmulos de la clase roja respecto a las que se encuentran aisladas. Realizando una ojeada hacia atrás, a una amplia gama de galaxias y con una gran variedad de edades, los astrónomos pudieron resolver como esta peculiar relación pudo evolucionar con el tiempo.

Mediante el VIMOS, pudimos emplear la mayor población de galaxias nunca disponible para este tipo de estudio y debido a la capacidad del mismo de poder analizar muchos objetos a la vez, obtuvimos un gran volumen de datos, ha indicado Angela Lovino del Observatorio Astronómico de Brera en Italia. El descubrimiento por parte del equipo, de la relación existente entre su color y la densidad, dependiendo de si la galaxia se encuentra en un cúmulo o aislada, y de su luminosidad, tiene muchas implicaciones potenciales, pues sugiere por ejemplo que, las que se encuentren en un cúmulo, pierdan su capacidad de generar estrellas más rápidamente que las que se encuentren aisladas, igualmente las galaxias luminosas también proporcionan material para formar estrellas a una edad mas temprana que las menos luminosas. Finalmente concluye que, la conexión entre galaxias, color, luminosidad y su entorno, no constituyen solamente un resultado de las condiciones primigenias “impresas” durante su formación, sino al igual que sucede en los humanos, las relaciones entre ellas y sus interacciones pueden presentar un profundo impacto para su evolución.

Fuente original: ESO News Release

Procedencia: http://www.universetoday.com/2006/12/06/what-makes-the-biggest-impact-on-galactic-evolution/

Traducción realizada por: pedialum