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La Galaxia de Andrómeda, la galaxia espiral más cercana a nuestra Vía Láctea, posee un agujero negro supermasivo en su centro al igual que otras galaxias. Debido a su proximidad a nosotros, la Nebulosa de Andrómeda o M31, constituye un lugar excelente para conocer como consumen materia los agujeros negros supermasivos en el centro de las galaxias para crecer e interactuar gravitacionalmente con la materia que le rodea.


M31
La galaxia de Andrómeda tal y como se ve con luz visible, y como evoluciona el agujero negro supermasivo en su centro visto con los rayos X del Chandra

A lo largo de los últimos diez años, el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA, ha realizado un seguimiento constante al agujero negro supermasivo en el corazón de Andrómeda. Toda esta información proporciona a los astrónomos una imagen muy detallada acerca de cómo evolucionan con el tiempo estos agujeros negros monstruosos. Zhiyuan Li del Harvard Smithsonian Center para Astrofísica (CfA) presentó en la 216 reunión de la American Astronomical Society que tuvo lugar esta semana en Miami, Florida, los resultados obtenidos durante la última década de observación del agujero negro.

Desde 1996 hasta 2006, la M31 ha permanecido relativamente tranquila y oscura. Sin embargo, en enero de 2006, el agujero negro del centro de Andrómeda intensificó su brillo en más de cien veces y ha permanecido 10 veces más brillante desde entonces. Esto nos induce a pensar que ha devorado algo masivo, pero los detalles de la deflagración de 2006 siguen sin estar claros.

El agujero negro de la M31 continúa alimentándose de los vientos estelares de una estrella cercana o de la materia de una gran nube de gas que se precipita sobre él. Conforme devora materia, se generan rayos X bajo la forma de chorros relativistas que han sido captados por los ojos del Chandra.
El agujero negro de la M31 es de 10 a 100.000 veces más tenue de lo esperado debido a la enorme cantidad de gas de reserva que lo rodea.

Li ha manifestado que, “los agujeros negros tanto de Andrómeda como de la Vía Láctea, son increíblemente débiles. Estos dos anti-cuasares nos proporcionan unos laboratorios especiales para estudiar algunos de los tipos de acreción más tenues jamás vistos en agujeros negros supermasivos”.

El estudio de la acreción de materia en los agujeros negros supermasivos resulta importante porque la evolución de las galaxias se ve influenciada por este proceso, manifestó Li. La interacción gravitatoria del agujero negro con la materia galáctica que le rodea, así como la energía liberada cuando tales agujeros negros supermasivos consumen materia desde sus discos de acreción, modifican la estructura de la galaxia y su forma. Una mejor comprensión de cómo actúan estos agujeros negros supermasivos en las etapas posteriores de la vida de la galaxia espiral nos puede proporcionar pistas acerca de lo que los astrónomos pueden esperar ver en otras galaxias.

La M31 es fácilmente visible a simple vista en la constelación de Andrómeda, y resulta impresionante observarla a través de un telescopio o binocular, aunque no logrará ver el agujero negro en su centro.

Fuente: Universe Today y Eurekalert