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El día 2 de julio los detectores de High Frequency Instrument (Instrumento de Alta frecuencia) de la sonda espacial Plank alcanzaron la sorprendente baja temperatura operativa de -273 ºC, convirtiéndose en el objeto más frío conocido del espacio. Esta nave espacial, también acaba de concluir su última órbita alrededor del Lagrangiano L2 del sistema Tierra-Sol. La sonda espacial Planck, está equipada con un sistema de enfriamiento pasivo que le permite mantener su temperatura por debajo de -230 ºC irradiando calor al espacio. Tres refrigerantes activos asumen ese control y han hecho que su temperatura descienda hasta el sorprendente valor de -273,05 ºC, tan solo 0,1 ºC por encima del cero absoluto, (la temperatura más fría teóricamente posible en nuestro universo).

Estas temperaturas tan bajas resultan necesarias para que los detectores de la Planck puedan estudiar el Fondo Cósmico de Microondas [Cosmic Microwave Background (CMB), la primera radiación emitida por el Universo tan solo 380.000 años después del Big-Bang, medida a través del cielo.

Es como medir el calor de un conejo en la Luna.

Los detectores tratan de medir variaciones en la temperatura del CMB que suelen ser un millón de veces más pequeñas que 1ºC (resulta comparable a tratar de medir desde la Tierra el calor que desprende un conejo sentando en la Luna). Esta es la razón por la que los detectores deben de estar enfriados a temperaturas cercanas al cero absoluto (-273,15 ºC, o cero grados Kelvin).

Los detalles de las diferentes etapas del proceso de enfriamiento se pueden encontrar en la referencia al final del artículo.

Llegando a L2

Comenzó a las 13:15 CEST (Central European Summer Time) del 2 de julio, el equipo de Control de la Misión Planck realizó una maniobra crucial para situar en la órbita final prevista alrededor del segundo punto Lagrange del sistema Tierra-Sol, conocido como L2.

Una vez que se dio la instrucción, la operación estaba autocontrolada, con los impulsores funcionando entre 12 y 24 horas. La maniobra dirigió al satélite hasta su órbita final operativa alrededor del segundo punto Lagrangiano L2 del sistema Tierra-Sol.

La actividad de los impulsores fue planeada para que actuasen mediante impulsos de corta duración y tiempos pequeños durante esas horas en varios días, hasta situar al satélite en su trayectoria prevista.

“Aunque esta maniobra es rutinaria en si misma, constituye el principal paso final en su largo viaje hasta L2, y todos aquí estamos felices de haber conseguido situarlo en su órbita operativa”, ha manifestado Chris Watson, Jefe de Operaciones de la nave espacial, en su exposición acerca de la misión en la Sala de Control del Centro de Operaciones Espaciales Europeas de la ESA en Darmstadt, Alemania.

La maniobra fue estudiada para modificar la velocidad del satélite de 211,6 km/h a la final de 1010 km/h respecto a tierra. Junto con la Tierra y el punto virtual L2, Planck estará orbitando el Sol a la velocidad de 106.254 km/h (29,5 km/s).

Al comenzar la maniobra de ayer, Planck se encontraba a 1,43 millones de km de la Tierra.

Los trabajos para la ciencia, comenzarán pronto

Todas sus actividades ya están programadas y con esta fase la misión está prácticamente completada. En las próximas semanas todos sus instrumentos serán afinados para su óptimo funcionamiento.

Planck, comenzará a explorar el cielo a mediados de agosto.

Fuente: Science Daily