Los astrónomos han encontrado un tres planetas orbitando una estrella a 41 años luz de distancia, en la constelación austral de Puppis. Uno de estos planetas se ha convertido en el más pequeño descubierto hasta ahora en la «zona habitable» de una estrella como el Sol, donde el agua puede permanecer en su estado líquido.
«El sueño de los astrónomos sería poder estudiar la composición y estructura de estos planetas para poder ver exactamente lo que son», dijo Christophe Lovis del Observatorio de Ginebra en Suiza, de cuyo equipo hizo el descubrimiento.
Futuras misiones como el Terrestrial Planet Finder de la NASA y el Proyecto Darwin de la ESA podrían convertir ese sueño en realidad en 15 ó 20 años.
Durante la década anterior, los astrónomos descubrieron unos 170 planetas extrasolares. Más de 40 pertenecen a sistemas múltiples – con 2 planetas o más.
Hasta hoy, todos estos sistemas múltiples tienen un claro dominador, que corresponde, por lo menos a un planeta con la masa de Júpiter. Ahora Lovis y sus colegas han encontrado un sistema múltiple más «light» que contiene 3 planetas del tamaño de Neptuno, y ninguno del tamaño de Júpiter.
El equipo hizo el descubrimiento siguiendo a la estrella durante dos años usando el telescopio de 3.6 metros del Observatorio de La Silla en Chile. La estrella, denominada HD 69830, tiene un 80% de la masa de nuestro Sol, y es significativamente más tenue.
La estrella «tiembla» debido al empuje gravitacional de la familia planetaria que lo órbita. Las observaciones sugieren que la estrella tiene tres planetas, y todos ellos están más cerca de la estrella que La Tierra del Sol. Sus masas son de al menos 10, 12 y 18 veces la terrestre, respectivamente.
Lovis sugiere que los dos planetas más interiores son de roca y muy calientes. Pero el más exterior está lo suficientemente lejos de la estrella para encontrarse en una zona habitable, donde el agua se encuentra en estado líquido.
«Los modelos teóricos sugieren que el tercer planeta podría incluso contener grandes cantidades de agua», dijo Lovis. Él sospecha que el planeta tendría un núcleo rocoso rodeado por una capa de agua.
Sin embargo, su atmósfera sería aplastantemente gaseosa. Por lo tanto, el agua soportaría una fase de presión por encima de los 100 Kelvin, lo cual no ayuda mucho en el proceso de la vida. «Por supuesto, el planeta podría tener lunas en las cuales las condiciones físicas podrían favorecer la vida, pero esto es ya pura especulación», añade Lovis.
Dice que el aspecto más apasionante del descubrimiento es que los astrónomos están desvelando planetas cada vez menores en órbitas cada vez mayores, una tendencia que nos revelerá clones de la Tierra. «Estos descubrimientos nos dan una idea de que los planetas terrestres con poca masa parece que son muy comunes en nuestra galaxia,» dice.
Traducido por Isaac Lozano para Latinquasar.
Fuente: New Scientists
