La nave Phoenix que se encuentra en la superficie de Marte, ha tenido finalmente éxito, al lograr transportar el pasado miércoles una muestra del suelo marciano recién tomada, hasta el horno del Thermal and Evolved Gas Analyzer (TEGA), y realizar la prueba de cocerla y olerla, logrando así identificar la presencia de agua en el suelo marciano.
William Boynton de la Universidad de Arizona, científico principal del TEGA, ha manifestado anteriormente habíamos observado evidencias de la presencia de hielo de agua a través de las observaciones del orbitador Mars Odyssey y en los terrones que se deshacían, que también fueron observados por la Phoenix el mes pasado, pero ésta es la primera vez que se han palpado y probado.
La muestra de suelo procedía de una zanja de aproximadamente 5 cm de profundidad. Cuando el brazo robótico alcanzó esa profundidad, dio con una capa de suelo helado. Dos intentos para trasladar muestras recientes de éste suelo helado en los días en los que afloraba, fracasaron al quedar adheridas en el interior de la cuchara muestreadora.
La mayor parte de la muestra capturada el miércoles estuvo expuesta a la atmósfera durante dos días, permitiendo que parte del agua presente en la misma se vaporizara haciendo que el suelo fuese más difícil de manejar.
Marte nos esta dando algunas sorpresas, ha manifestado Peter Smith, investigador principal de la Phoenix en la Universidad de Arizona, estábamos entusiasmados acerca de los descubrimientos que realizábamos. Uno de ellas fue el comportamiento del suelo marciano. La capa helada se adhería a la cuchara cuando la posición del Sol estaba por encima de la cubierta, a diferencia de lo se esperaba tras haber realizado todas los ensayos de simulación de Marte. Esto nos ha presentado desafíos acerca del traslado de muestras, pero hemos encontrado modos de trabajarlas y hemos logrado gran cantidad de información que nos ayudará a comprender este suelo.
También, en la conferencia de prensa para dar a conocer los resultados, la NASA anunció también la extensión de la misión de la Phoenix hasta el 30 de septiembre. La misión originalmente finalizaba a finales de agosto. Esta ampliación añade cinco semanas más respeto a los 90 días inicialmente previstos.
Durante la prolongación de la misión, el equipo científico intentará determinar si el hielo de agua al derretirse, resultará suficiente para la biología y saber si están presentes las sustancias químicas que contienen carbono así como otras materias primas necesarias para la vida.
Recientemente, la Phoenix realizó una visión panorámica completa a color, de su entorno.
Los detalles y pautas que vemos en el terreno, nos muestran un suelo helado hasta donde alcanza la vista, ha manifestado Mark Lemmon de la Universidad A&M de Texas , jefe científico de la Cámara Estéreo de Imágenes de Superficie de la Phoenix. Ellos nos ayudan a planificar las mediciones que realizamos dentro del alcance del brazo robótico y a interpretarlas a una escala mas amplia.
Fuente: Phoenix News site, NASA/JPL/Caltech/U of Arizona y universetoday
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