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El Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha identificado una estrella un millón de veces mas brillante que nuestro Sol que explotó como supernova en el año 2005, mucho antes de lo que debiera según las teorías actuales de la evolución estelar.


Supernova


Centro Superior.- Imagen de observatorios terrestres de 2005 de la supernova.
Inferior Izquierda.- Imágenes de archivo de 2007 tomadas en el espectro visible por el Hubble, de la región de la galaxia donde explotó la supernova, estando enmarcada en un círculo blanco la estrella precursora.

Centro Inferior.- Foto en el infrarrojo cercano de la explosión de la supernova, tomada el 11 de noviembre de 2005 con el telescopio Keck, estando la explosión centrada en la estrella precursora.
Inferior derecha.- seguimiento de la imagen en el rango visible con el Hubble, realizada el 26 de septiembre de 2007. La estrella precursora ha desaparecido.

Créditos: Puckett Observatory

La estrella moribunda cuya masa viene a ser unas 100 veces mayor que la de nuestro Sol, no estaba lo suficientemente evolucionada conforme a la teoría para haber desarrollado un denso núcleo de hierro como ceniza de la fusión nuclear. Este es el requisito supuesto para que tenga lugar la implosión del núcleo que desencadena una explosión de supernova.

“Esto podría significar que estamos esencialmente equivocados acerca de la evolución de las estrellas masivas, y es necesario revisar la teoría”, ha manifestado Avishay Gal-Yam del Weizman Institute of Science en Rehoboth, Israel. El hallazgo aparecerá en la versión on line de la Revista Nature. La explosión designada como supernova SN 2005gl fue observada en la galaxia espiral barrada NGC 266 el 5 de octubre de 2005. NGC 266 se encuentra a 200 millones de años luz en la constelación de Piscis.

Su precursor era tan brillante que probablemente pertenecía a una clase de estrellas denominadas Variable Luminosas Azules (LBVs), “debido a que, ningún tipo de estrellas es tan intrínsecamente brillante“ ha manifestado Gal-Yam. Pero existe un inconveniente, la evolución de una estrella de clase LBVs expulsa gran parte su masa a través de un violento viento estelar. Hasta éste instante no se desarrolla un gran núcleo de Hierro que finalmente explota como supernova con un núcleo colapsado.
“La identificación de su precursor nos muestra que, al menos, en algunos casos, las estrellas masivas explotan antes de perder la mayor parte de su envoltura de Hidrógeno, lo que induce a pensar que la evolución del núcleo y su envoltura están menos vinculadas entre sí de lo que se pensaba anteriormente, hallazgo que puede requerir la revisión de la teoría de la evolución estelar”, ha manifestado en una conferencia de prensa Douglas Leonard, de la Universidad de San Diego en California, coautor del informe.

Una posibilidad es que el precursor de SN 2005gl fuera realmente un par de estrellas constituyentes de un sistema binario que se fusionaron. Esto podría haber desencadenado reacciones nucleares que hicieran brillar enormemente a la estrella haciéndola más luminosa y menos evolucionada de lo que realmente aparentaba.

“Esto, también deja abierta la cuestión de que pueden existir otros mecanismos que desencadenen explosiones de supernovas” ha manifestado Gal-Yam. “Es probable que nos hallamos perdido algo muy básico en la compresión acerca de cómo pierde masa una estrella superluminosa”.

Gal-Yam y Leonard localizaron la estrella precursora en imágenes de archivo de la NGC 266 tomadas en 1997. A continuación, mediante el Telescopio Keck, localizaron con precisión la supernova en la región exterior del brazo de la galaxia. Una observación continuada con el Hubble en el 2007 mostró de forma inequívoca que la estrella superluminosa había desaparecido.

Las estrellas luminosas extremadamente masivas de hasta 100 masas solares como Eta Carina de nuestra propia galaxia Vía Láctea, se admite que perderán totalmente su envolvente de Hidrógeno antes de su final como explosión de supernova.

“Estas observaciones evidencian que muchos detalles de la evolución y final de las LBVs continúa siendo un misterio”, ha afirmado Mario Livio, del Space Telescope Science Institute en Baltimore. “Deberemos continuar observando Eta Carina pues podriá sorprendernos aún más”

Fuente: HubbleSite y Universe Today