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No, la NASA no ha encontrado vida en otro planeta, sino aquí en La Tierra, que es casi alienígena según nuestro concepto de vida basado en los fosfatos. Los científicos, lo que realmente han descubierto es un tipo de bacteria que puede vivir y crecer casi en su totalidad en un veneno, el Arsénico, en lugar del fósforo, e incorporarlo a su ADN. Esta extraña forma de vida puede utilizar algo distinto al Fósforo, y que es bastante diferente a lo que consideramos un componente básico para la misma aquí en La Tierra. Esto no aporta directamente la prueba de una “biosfera oculta” es decir, una segunda forma de vida que habite conjuntamente con otra en nuestro planeta, pero si sugiere que los requisitos para el inicio de la vida y sus condicionantes pueden ser más flexibles de lo que hemos creído hasta ahora. Esto viene a decirnos que la vida en otros lugares del Sistema Solar y más allá, podrían surgir en una multitud de condiciones.



“Nuestros hallazgos son un recordatorio de que la vida tal y como la conocemos podría ser mucho más flexible de lo que generalmente suponemos o podemos imaginar”, ha manifestado Felise Wolfe-Simon, autora principal de un nuevo artículo publicado en la revista Science. “Existiendo aquí en La Tierra algo que puede hacer cosas tan inesperadas, ¿qué podemos encontrar acerca de la vida que no hayamos visto todavía?”.


Arsénico

Mono-Lake en California, con la bacteria (en el recuadro) que vive en el.

Hay bacterias amantes de la sal, como la cepa GFAJ-1 Halomonadaceae de la familia Gammaproteobacteria, que procede del salobre y tóxico lago Mono-Lake, cerca de Yosemite Park en California. Es un lago sin salida, por lo que durante milenios se ha convertido en uno con las mayores concentraciones naturales de Arsénico sobre La Tierra.

Aunque la bacteria no puede subsistir completamente con el Arsénico en el lago, los investigadores la trasladaron al laboratorio y creció en placas Petri, en las que los fosfatos fueron reemplazados progresivamente por Arsénico hasta que la bacteria pudo crecer sin necesidad de ellos, sustancia esencial para varias macromoléculas presentes en todas las células, incluyendo ácidos nucleicos, lípidos y proteínas.


Arsénico

A la derecha Felise Wolfe-Simon investigadora de astrobiología de la NASA residente en el USGS y Ronald Oremland un experto investigador en microbiología del Arsénico del USGS examinando sedimentos del Mono-Lake al este de California en agosto del 2009.

Mediante la utilización de radio-trazadores, el equipo siguió de cerca la ruta del Arsénico en la bacteria, desde la captura de esta sustancia química hasta su incorporación a varios componentes celulares. El Arsénico había ido sustituyendo por completo a las moléculas de fosfatos de la bacteria hasta el mismo ADN.
“La vida tal y como la conocemos precisa de determinados elementos químicos y excluye otros”, ha manifestado Ariel Anbar, biogeoquímico y astrobiólogo de la Arizona State University. “Pero, ¿son las únicas opciones acerca de cuan diferente podría ser la vida¿. Uno de los principios fundamentales en la búsqueda de vida en otros planetas, y de nuestro programa de astrobiología, radica en seguir la ruta de los elementos. El trabajo de Felisa nos enseña en que debemos pensar acerca de los elementos que debemos seguir”.

Felise Wolfe-Simon añadió: “Tomamos lo que sabemos acerca de las `constantes´ en biología, concretamente, que la vida requiere seis elementos, Carbono, Hidrógeno, Nitrógeno, Oxígeno, Fósforo y Azufre en tres componentes, a saber, ADN, proteínas y grasas, que las empleamos como base para establecer hipótesis comprobables experimentalmente aquí en La Tierra”.

La idea de que el Arsénico pudiera ser un sustituto del Fósforo para la vida aquí en La Tierra, fue propuesta y desarrollada por Wolfe-Simon en colaboración con Anbar y el cosmólogo y físico teórico Paul Davies. Su hipótesis fue publicada en enero de 2009 en la revista International Journal of Astrobiology en un informe titulado “?Eligió la naturaleza también el Arsénico?”.

“Nosotros no solo hemos teorizado de que los sistemas bioquímicos análogos a los que hoy se conocen podrían utilizar arseniatos en un papel biológico equivalente al del fosfato”, manifestó Wolfe-Simon, sino que “también esos organismos pudieron haber evolucionado en La Tierra primigenia y persistir hoy en día en ambientes poco habituales”.

Esta nueva investigación es la primera vez que muestra a microorganismos capaces de utilizar una sustancia tóxica para el crecimiento y la vida.

Fuente: Universe Today, Science, paper