Aunque el Sistema Solar tiene una edad de 4.500 millones de años, los científicos planetarios pensaban que los famosos anillos de Saturno se formaron mucho más tarde. Tal vez tan recientemente como hace unos pocos cientos de millones de años.
Pero las nuevas observaciones de la sonda Cassini han puesto esas estimaciones en una cifra mucho más alta. Tal vez hasta el comienzo del Sistema Solar. Los anillos podrían ser muy antiguos, con material reciclado constantemente durante eones.
De acuerdo con Larry Esposito, principal investigador del Ultraviolet Imaging Spectrograph de la Cassini en la Universidad de Colorado, los datos enviados por la sonda Voyager de la NASA en los 70, y más tarde por el Telescopio Espacial Hubble indicaban que los anillos eran jóvenes. Tal vez un cometa destrozó una de las lunas de Saturno hace unos 100 millones de años, generando las partículas que vemos hoy.
Pero la nueva prueba de la Cassini muestra a los anillos variando en edad significativamente; los anillos están constantemente rellenándose y reciclándose.
«La prueba cuadra con la situación de que Saturno ha tenido anillos a lo largo de su historia,» dice Esposito. «Ahora vemos anillos planetarios extensos y rápidos reciclándose, en los cuales las lunas están continuamente chocándose con las partículas de los anillos, las cuales se agrupan y vuelven a formar lunas.»
«Hemos descubierto que las lunas probablemente no fueron creadas justamente ayer en términos astronómicos, y en este escenario no es que seamos precisamente afortunados de estar viendo anillos planetarios ahora,» dice Esposito. «Probablemente estaban siempre alrededor pero continuamente cambiando, y estarán en torno a Saturno durante muchos miles de millones de años.»
Entonces, ¿cómo puede la Cassini decir que hay nuevo material generándose? Los astrónomos solían pensar que el polvo meteórico contaminaba los viejos anillos, haciéndolos más oscuros. Pero las nuevas observaciones de la Cassini muestran que el sistema anular dispersa la contaminación alrededor, diluyéndola. Esto es por lo que los anillos parecen tan puros y jóvenes.
Observaron cómo el material de los anillos bloqueaba la luz de las distantes estrellas. Pudieron detectar 13 objetos en el anillo F de Saturno, variando en tamaño de 27 metros a 10km. Ya que la mayoría de los objetos son translúcidos, los investigadores piensan que son grupos temporales de pedruscos helados.
Parece que vienen y van, juntándose y entonces rompiéndose bajo la fuerte atracción gravitatoria de Saturno. A pesar de que los anillos siempre parecen inmutables, están continuamente reciclándose.
Fuente: UniverseToday