Estamos en proceso de recuperación de las secciones de LQ. Por favor, ten paciencia.

Estas son algunas ideas expresadas recientemente en una conferencia sobre la ciencia de los cohetes: Es altamente improbable que los seres humanos puedan explorar más allá del Sistema Solar. Estas deprimentes noticias proceden de la Joint Propulsion Conference celebrada en Hartford, Connecticut, donde se trataron y debatieron las diferentes alternativas para el futuro de la propulsión espacial.

Es ampliamente reconocido que cualquier forma de viaje interestelar requerirá enormes avances en tecnología, pero parece que los avances necesarios no son viables y pertenecen a la Ciencia Ficción. Con la tecnología actual se podrían precisar decenas de miles de años, e incluso con las ideas más avanzadas, cientos. Pero, por encima de todo, está el asunto del combustible. ¿Cómo se podría realizar un viaje a Próxima Centauri si necesitaríamos 100 veces más energía que la que genera actualmente todo nuestro planeta?

En un artículo anterior ya se ha tratado acerca de «cuanto tiempo se necesitaría para viajar a la estrella más cercana» utilizando el medio más lento de transporte (como la misión Deep Space One en 1989, que fue impulsada por iones), y el más rápido (como la misión Helios 2 en 1976 mediante aceleración gravitacional solar) disponibles actualmente. También se trató acerca de la posibilidad teórica de utilizar propulsión nuclear (una serie de bombas de fusión lanzadas detrás de la nave espacial para proporcionar empuje), como la imaginaria nave espacial Dédalo de 1970 de la imagen.

Desafortunadamente, la opción de impulsar una nave espacial mediante iones precisaría la friolera de 81 000 años para llegar a Próxima Centauri, nuestra estrella más cercana y utilizando el Sol como asistente gravitatorio se precisarían al menos 19 000 años para llegar a nuestro destino. Es decir de 600 a 2 700 generaciones, verdaderamente un compromiso a largo plazo. Para situarnos, hace 2 700 generaciones, el homo sapiens, aún no había desarrollado la habilidad de comunicarse mediante la palabra y hace 600 generaciones que el hombre de Neandertal acababa de extinguirse. La opción de propulsión nuclear parece la mejor, pues tan solo precisaría 85 años para viajar a nuestra estrella más cercana. Aún así, es un viaje muy largo (y esperemos que al menos existan ofertas ”business class”).

Existen enormes desafíos que se enfrentan a la idea de viajar a Proxima Centauri, y en una reciente reunión de expertos en la propulsión espacial, se manifestó que aún existen insuperables obstáculos para que la humanidad se extienda más allá del Sistema Solar. En respuesta a la pregunta de si se podrá realizar el viaje a Proxima Centauri en una sola generación, Paulo Lozano, profesor auxiliar de Aeronáutica y Astronáutica del MIT y conferenciante delegado manifestó, “En estos casos estáis hablando de una escala de ingeniería que ni siquiera os podéis imaginar”.

Bién, es que sencillamente no se puede realizar un viaje más rápido que 4,3 años luz (N del T. ésta es la distancia a la que se encuentra Proxima Centauri), pero existe un problema aún mayor que éste. ¿Como podrían proveerse de combustible estos viajes interestelares?. Según Brice N. Cassenti, profesor adjunto al Departamento de Ingeniería y Ciencia del Instituto Politécnico de Rensselaer, se necesitaría para el viaje 100 veces la producción total de energía de todo el mundo. “Sencillamente no podemos extraer estos recursos de la Tierra”, manifestó Cassenti durante su conferencia de presentación. “simplemente por que no existen. Tendríamos que recurrir a los planetas exteriores”.

Para que la humanidad pueda expandirse por las estrellas, necesitamos conseguir un plan mejor. Incluso con las mejores formas de propulsión (incluyendo los motores de antimateria) no podemos conseguir que la distancia parezca menos lejana. Pero quizás la idea de curvar el espacio pueda parecer más atractiva…

Fuente: Wired y Universe Today