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Júpiter realiza la rotación sobre su eje en menos de 10 horas. Hasta ahora, era el único planeta gaseoso en nuestro Sistema Solar en el que se había realizado esta medición con exactitud, sin embargo, agárrate fuerte al sillón, porque Erich Karkoschka, científico planetario de la Universidad de Arizona ha medido el tiempo de Neptuno y ha obtenido la friolera de 15 horas 57 minutos y 59 segundos.


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En esta imagen, los colores y contrastes se han modificado para resaltar los rasgos atmosféricos del planeta. Los vientos de la atmósfera de Neptuno pueden rebasar la velocidad del sonido. La Gran Mancha Oscura de Neptuno destaca en la parte izquierda como la característica más notable. Varios rasgos entre los que se incluyen la pálida Mancha Oscura 2 y el Polo Sur están anclados a la rotación del planeta, lo que le permitió a Karkoschka determinar con precisión la duración del día en Neptuno. (Imagen: Erich Karkoschka).

“El periodo de rotación de un planeta constituye una de sus principales características” ha manifestado Erich Karkoschka, científico de la plana mayor del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona. “Neptuno posee dos rasgos característicos observables con el Telescopio Espacial Hubble que parecen seguir la rotación interior del planeta. Nada parecido ha sido observado con anterioridad en ninguno de los cuatro planetas gigantes”.

Al igual que cuando gira la gelatina, los gigantes gaseosos, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, no se comportan de una manera fácil de estudiar. Debido a su propia naturaleza, se deforman conforme giran, haciendo muy difícil realizar estimaciones concretas.

“Si observáramos La Tierra desde el espacio, veríamos montañas y otras características de la superficie girando con gran regularidad, pero si mirásemos a las nubes, no apreciaríamos esa uniformidad debido a su cambio constante con la dirección de los vientos”, aclara Karkoschka, y añade, si observamos los planetas gigantes, no vemos superficie alguna sino una espesa atmósfera nubosa”.

Ciertamente, hace 350 años que Giovanni Cassini fue capaz de calcular la rotación de Júpiter mediante la observación de la Gran Mancha Roja, un rasgo ambiental. Neptuno también posee aspectos ambientales observables….., pero resultan algo más efímeros. “En Neptuno, todo lo que podemos ver son movimientos de nubes y otros aspectos de la atmósfera del planeta. Algunas se mueven más rápidas, otras más lentas, algunas aceleran, pero realmente no sabemos cual es el periodo de rotación e incluso si existe un núcleo sólido interno girando”.

Hace aproximadamente 60 años, los astrónomos descubrieron que Júpiter emitía señales de radio. Estas señales se originan a partir del campo magnético generado al girar su núcleo interno. Desafortunadamente, las señales de este tipo procedente de los planetas exteriores sencillamente se pierden en el espacio antes de que puedan ser detectadas aquí en La Tierra. “La única manera de medir las señales de radio es enviando sondas espaciales a esos planetas” manifestó Karkoschka. “Cuando las Voyager 1 y 2 pasaron cerca de Saturno, detectaron señales de radio cada 10,66 horas exactamente, también las detectaron en Urano y Neptuno. Así pues, basándonos en estas señales, creímos que podíamos saber el periodo de rotación de estos planetas”.

Mediante la información procedente de las sondas Voyager, Karkoschka comenzó a trabajar estudiando los periodos de rotación en combinación con las imágenes de archivo disponibles de Neptuno, procedentes del telescopio Espacial Hubble. Al igual que el trabajo de Cassini, que estudió minuciosamente las características atmosféricas en cientos y cientos de fotografías tomadas secuencialmente durante un periodo……. de 20 años.

Karkoschka se percató de que, un observador vigilando el giro de un planeta masivo en un punto fijo de el, podría ver que esas características aparecen exactamente cada 15,963 horas con una variación de pocos segundos. Esto le llevó a suponer que algún rasgo oculto en el interior de Neptuno impulsa el mecanismo que produce sus rasgos atmosféricos.

“Así que procedió a desenterrar las imágenes de Neptuno que la Voyager tomó en 1989, las cuales tenían una resolución mejor que las imágenes del Hubble, con la finalidad de ver si podía encontrar algo más en las proximidades de dos características, y descubrió seis más que rotaban con la misma velocidad, pero resultaron ser demasiado tenues para ser visibles con el Telescopio Espacial Hubble, aunque si lo eran para la Voyager, pero solo durante unos meses, así que, no pudimos saber si el periodo de rotación del planeta era exacto con seis dígitos. Pero realmente estaban relacionados, así que, ahora tenemos ocho características que están enclavadas en un planeta y esto resulta verdaderamente emocionante”.

Fuente: University of Arizona News y Universe Today

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