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A las 9:27 GMT del viernes por la mañana, un fallo causó una pérdida de una tonelada de gas helio enfriado provocando que 100 de los imanes superconductores se calentasen hasta los 100ºC. Los ingenieros no pudieron acceder a los túneles para investigar el daño hasta después de que hubiesen llamado a los bomberos. Fue peor de lo esperado.

Aunque nadie resultó herido y no había peligro para el público, los imanes se habían calentado lo suficiente como para hervir el agua, y el vacío óptimo se había perdido. Para llevar a cabo las reparaciones, el resto del sector dañado necesitará calentarse y después enfriarse gradualmente, lo que quiere decir que las operaciones en el LHC podrán reanudarse después de al menos 6 meses…

La pérdida ocurrió entre los detectores Alice y CMS (sectores 3-4) después de la finalización de las reparaciones en el transformador de 30 toneladas y de que los sistemas se hubieran reanudado para comenzar una nueva serie de pruebas. Los ingenieros tuvieron que esperar a que se restablecieran los niveles de oxígeno óptimos para entrar en el túnel e investigar el enfriamiento.

Aunque el fallo de la semana pasada en el transformador causó frustración, atrasando los experimentos en el LHC unos pocos días, los científicos eran optimistas en que el incidente causaría un mínimo efecto en las colisiones de partículas programadas para octubre. El fallo del viernes, sin embargo, es un incidente serio, golpeando el mayor experimento de la humanidad durante, al menos, seis meses. Aunque sean malas noticias, muchos científicos mantienen una actitud positiva:

«Este tipo de incidentes siempre han sido una posibilidad en tales proyectos únicos, eso es por lo que estábamos tan tensos el 10 de septiembre. Habiendo visto esas primeras señales alentadoras de rayos en nuestros detectores, todos estaban muy ansiosos en continuar. Así que es realmente decepcionante y duro para nosotros mantenernos en perspectiva ahora mismo. Pero un retraso como éste en un proyecto de 20 años no es un desastre mayor y estoy seguro de que el equipo en el CERN lo arreglará, y lo hará más robusto conforme avancen.» – explica el catedrático Jonathan Butterworth del University College London.

Así que… ¿qué ocurrió? Las condiciones básicas operativas para el LHC dependen de unas temperaturas muy bajas y de un estado de vacío muy alto. Parece que ambas condiciones se perdieron cuando los ingenieros probaron la eléctrica del LHC en los preliminares de la completa puesta en servicio. Hubo un fallo en la conexión entre dos de los imanes superconductores, así que cuando el sistema se encendió, uno de ellos fundió la conexión, causando un escape de helio. La pérdida de helio superenfriado causó una pérdida rápida de energía almacenada, calentando los imanes y desestabilizando las condiciones de vacío.

Tras un comienzo tranquilo en las primeras circulaciones de protones el 10 de septiembre, estos contratiempos nos llegan de sorpresa. Sin embargo, pocas veces al probar las fronteras de la física nos hemos librado de unos pocos contratiempos a lo largo del camino, así que esperemos que el incidente sea el último y podamos ver las primeras colisiones de partículas hacia finales de este año…

Fuente: Universe Today

Actualización: Las operaciones se reanudarán después de 6 meses, en lugar de los 2 que previamente dijimos en la noticia.