Investigadores financiados por la NASA están trabajando en una ingeniosa tecnología que podría desplegar un gigantesco telescopio en la Luna realizado con un líquido en rotación.
Suena a ciencia ficción, pero ya se han desarrollados pequeños prototipos para trabajar y la tecnología puede desarrollarse mejor en la baja gravedad lunar.
Así es como funciona: los astronautas trasladarían el observatorio (completamente plegado) a la Luna, en una de sus próximas misiones de regreso a la Luna. Una vez desplegado allí, adoptaría la forma de un espejo telescópico en forma de malla. Los astronautas verterían a continuación un líquido reflectante en la malla y esta comenzaría a girar junto con el líquido, sin preocuparse de que pueda haber fugas por goteo puesto que su tensión superficial lo mantendría unido.
Una vez concluido tendría un aspecto enorme, los planes actuales contemplan un espejo de 20 metros, pero se podría conseguir hasta de 100 metros de diámetro. Esto nos incrementaría en 1000 veces la capacidad de observación y sería equivalente a la del Telescopio Espacial James Webb cuyo lanzamiento tardará aún unos pocos años. Con él dispondríamos de la capacidad de observar casi los mismos límites del Universo observable, y veríamos las primeras generaciones de formación de estrellas.
Ahora ya tenemos una razón para enviar de nuevo seres humanos a la Luna.
Fuente: NASA News Release
Imagen: (Ermanno Borra y Omar Seddiki contemplando su espejo). http://www.universetoday.com/…/2007-0621mirror.jpg