¿Podría existir vida microbiana en el interior de Encelado donde no llega la luz solar y no existe oxígeno? Para responder a esta pregunta, precisamos echar una ojeada no mas allá de nuestro propio planeta, para encontrar ejemplos de varias clases de ecosistemas exóticos, que podrían hacer posible la vida en los géiseres de la luna de Saturno.

La respuesta parece ser afirmativa. Esto representa una oferta tentadora para regresar a Encelado para su estudio posterior.

En los últimos años, se han encontrado en la Tierra formas de vida que se desarrollan en lugares donde no brilla el Sol, no existe oxígeno y no tiene lugar la fotosíntesis. Se han descubierto microbios que sobreviven con la energía procedente de interacciones químicas entre diferentes clases de minerales, y hay otros que la obtienen de la desintegración de rocas radiactivas. Estos ecosistemas son completamente independientes de la presencia de oxígeno o de materia orgánica producida por la fotosíntesis en la superficie de la Tierra. Tales ecosistemas microbianos son modelos de formas de vida que podrían estar presentes actualmente en el interior de Encelado.

Existen al menos tres de estos ecosistemas presentes en la Tierra, que posiblemente podrían constituir la base para formas de vida en Encelado. Dos de ellas están basados en las bacterias metanógenas, que guardan relación con unas antiguas bacterias denominadas archaeas (bacterias resistentes supervivientes, que prosperan en ambientes adversos carentes de oxígeno). Las rocas volcánicas profundas a lo largo del río Colorado en Idaho Falls, poseen dos de estos ecosistemas que obtienen su energía de las interacciones químicas de diferentes rocas. El tercer ecosistema la obtiene de la desintegración de rocas radiactivas y se han encontrado en las profundidades en una mina de África del Sur.

Estas evidencias apuntan a la posibilidad de la existencia de vida en Encelado. ¿Pero como empezaron su existencia? El principal problema para responder a esta pregunta radica, en que no sabemos aún como se originó la vida en la Tierra, ni tan siquiera hemos sido capaces de reproducir la primera chispa de vida en el laboratorio. Pero esta es la buena noticia: Existen un montón de teorías acerca de cómo se originó la vida en la Tierra. Y esta es la pregunta: ¿son aplicables a Encelado?

Dos de estas teorías acerca del origen de la vida en la Tierra le pueden ser aplicables: la teoría de la “sopa primigenia” y la teoría de las fumarolas de mares profundos.

Teoría de la sopa primigenia

La teoría de que, el origen de la vida tuvo lugar en una sopa de materia orgánica, que apareció simultáneamente de fuentes no biológicas según la idea expuesta por Charles Darwin, fue demostrada en un famoso experimento en 1953 cuando los químicos Stanley L. Miller y Harold C. Hurey prepararon una sopa de sustancias químicas que pensaban debía de estar presentes en la Tierra antes de que apareciese la misma. Se hicieron pasar chispas simulando rayos, a través de una mezcla altamente reductora de metano, amoniaco, vapor de agua e hidrógeno. Después de dos semanas, en la sopa se formaron varios aminoácidos, unos de los elementos básicos para la vida. Aunque Millar y Urey realmente no crearon vida, demostraron que podrían surgir espontáneamente moléculas muy complejas (aminoácidos) a partir de productos químicos más simples.

Es posible que en la Tierra, los ingredientes orgánicos de la sopa primigenia, se produjeran a partir de los materiales existentes en las épocas tempranas. Otra teoría supone que la combinación de ingredientes de la sopa primigenia pudieron llegar a través de cometas o del polvo interplanetario.
Las sustancias químicas orgánicas constituyen la materia prima con la que se formó no solo Encelado, sino también otras lunas de Saturno. El origen del calor de Encelado no está tan claro, pero existen diversas explicaciones que podrían aclarar el origen de la existencia de la capa de agua líquida que persiste actualmente. La luna podría haber sido calentada bien por la desintegración de elementos de corto periodo presentes en las rocas, al que se habría unido el provocado por la influencia de las mareas.

O tal vez, una órbita anterior más excéntrica, también podría haber contribuido a incrementar su calentamiento por efecto marea, respecto al actualmente existente, o quizás, una antigua interacción con otra luna también podría haber contribuido al mismo.

Otra teoría afirma que el calor podría proceder de un proceso denominado “serpentización” , a través de los enlaces químicos del agua con los silicatos de las rocas que tuvieron lugar en la parte superior del núcleo de la luna. Esto habría incrementado el volumen de la roca con la consecuente producción de energía en forma de calor. Cualquiera de estos mecanismos de producción de calor, podrían haber originado una subsuelo líquido rico en materia orgánica, permitiendo que Encelado dispusiera de una sopa prebiótica apropiada.

Teoría de las fumarolas del fondo marino

Esta teoría acerca del origen de la vida en la Tierra, también podría aplicarse a Encelado. En un escenario como este, la vida en nuestro planeta habría comenzado en la interfase en donde fluidos ricos en sustancias químicas, habrían sido calentados por las mareas u otros mecanismos que surgieron del fondo marino. La energía química procedería de los gases reductores tales como el sulfuro de hidrógeno e hidrógeno, procedentes de las aberturas del fondo marino, al entrar en contacto con los oxidantes adecuados tales como el dióxido de carbono. Estos puntos calientes localizados en el fondo marino de Encelado, podrían ser el desencadenante para este tipo de proceso.

Desconocemos cuanto tiempo se precisó para que se iniciara la vida estando presentes los ingredientes y el entorno adecuado, pero parece que en la Tierra sucedió rápidamente. Por tanto, es posible que en Encelado, la vida apareciera a lo largo de las últimos decenas de millones de años.

Para que persista la vida una vez que ha hecho su aparición, se requiere un entorno de agua líquida, elementos esenciales y nutrientes, así como una fuente de energía. En Encelado tenemos evidencias de la presencia de agua líquida, aunque desconocemos su origen. Hemos observado la presencia de sustancias orgánicas simples, y durante la aproximación que realizó la nave espacial Cassini el 12 de marzo, también detectó la existencia de algunas sustancias orgánicas complejas. Los géiseres presentes, podrían haber sido producidos por alguna fuente de energía. Puesto que la exploración de la Cassini continúa, estamos tratando de reunir más piezas de este intrigante rompecabezas.

El primer paso dado para responder a la pregunta de, si existe vida en el interior del subsuelo acuífero de Encelado, consiste en analizar la composición química de sus penachos. El paso a través de los mismos realizado por la Cassini el pasado 12 de marzo, aportó algunos resultados que nos ayudarán a responder a esas preguntas, y existen futuros planes para que la Cassini realice nuevas aproximaciones a través de ellos. Últimamente se ha concebido para el futuro, una misión encaminada a aterrizar cerca de uno de ellos o incluso traer a la Tierra muestras de los mismos para su análisis.

Fuente: NASA