Todas aquellas personas que han estado preocupadas por que el LHC (Gran Colisionador de Hadrones) pudiera crear un agujero negro y engullir nuestro planeta, probablemente se han sentido seguras en tanto que este gigantesco acelerador de partículas haya estado sin funcionar. Pero esperemos que no hayan leído el último artículo del Physical Review Letters, donde incluye un informe que explica cómo los investigadores de Darmouth han encontrado la manera de crear un diminuto agujero negro cuántico en su laboratorio, sin necesitar el LHC.
En el artículo citado, los investigadores muestran que, un campo magnético de impulsos de microondas posee un conjunto de elementos superconductores cuánticos de interferencia o SQUIDs, que no sólo reproducen la física similar a la radiación de un agujero negro, si no que lo hace en un sistema donde la alta energía y las propiedades mecánico-cuánticas son bien conocidas y pueden ser controladas directamente en el laboratorio. Este artículo constata, De éste modo, en principio, ésta configuración permite la exploración de efectos cuánticos gravitacionales análogos.
También podemos manipular la fuerza del campo magnético aplicado, de tal manera que el SQUID puede ser utilizado para explorar la radiación de un agujero negro más allá de lo que Hawking consideró, manifestó Miles Blencowe, profesor de Física y Astronomía y uno de los autores del artículo.
La creación de un agujero negro permitiría a los investigadores comprender mejor lo que Stephen Hawking propuso hace ya más de 35 años: Los agujeros negros no están totalmente exentos de actividad, si no que emiten fotones, fenómeno conocido como radiación Hawking.
Públicamente, Hawking demostró que, los agujeros negros irradian energía conforme a su espectro térmico, manifestó el coautor Paul Nation, sus cálculos están basados en las suposiciones de la física de ultra-altas energías y en la gravedad cuántica. Debido a que aún no podemos realizar mediciones en agujeros negros reales, necesitamos una manera de reproducir éste fenómeno en el laboratorio con el fin de estudiarlo y validarlo.
Esta no es la primera vez que se propone la imitación de un agujero negro, afirmó Nation. Se han propuesto otros esquemas para crear un agujero negro, incluyendo la utilización de flujos de fluidos supersónicos, condensados de Bose-Einstein ultrafríos y fibras ópticas no lineales. Sin embargo, estas ideas no funcionan de manera similar para el estudio de la radiación de Hawking debido a que en estos métodos, la radiación producida resulta increíblemente débil o está enmascarada por la radiación habitual, debido al inevitable calentamiento del equipo que hace muy difícil detectarla. Además de ser capaz de estudiar los efectos similares de la gravedad cuántica, la nueva propuesta basada en el SQUID, puede constituir un método más sencillo para detectar la radiación Hawking, añadió Blencowe.
Fuente: Dartmouth U y Universe Today