Koroliov

Iniciado por Antonio I, 30-Abr-14, 19:13

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Antonio I

Cuando, en la Segunda Guerra Mundial, el ejército rojo llegó a Peenemunde, las SS ya habían desmontando las instalaciones de cohetería y trasladado el personal científico, técnico y obreros esclavizados a Nordhausen en la Turingia, en el centro de Alemania. Esa zona, según los acuerdos de los aliados, debería ser invadida por la URSS. En Nordhausen estaba la montaña excavada llamada Mittelwerk (el cubil de la serpiente) que primero fue campo de concentración de los esclavos que tunelaron la montaña como si fuera un hormiguero, y donde luego, en su interior, se instalaron las fábricas donde se construyeron los V2 y aviones para la Luftwaffe.

Los americanos se anticiparon a los rusos e invadieron Nordhausen, llevándose los V2 desmontados y a los 150 científicos más importantes en cohetería alemana, capitaneados por Von Braun. Los científicos alemanes habían previamente pactado entregarse a los americanos antes de que llegaran los rusos. O sea que cuando llegaron los soviéticos sólo pudieron recoger las sobras del festín, a unos pocos técnicos de segunda fila y a Helmut Grottrup que había decidido quedarse en Alemania y no viajar a Norteamérica.

Aunque USA tenía los mejores técnicos y tecnología para desarrollar cohetes, su estrategia militar se centró más en la potencia nuclear, en las bases por todo el mundo, en la aviación y en los portaaviones.

La Unión Soviética poseía un científico providencial que, con los escasos despojos encontrados en Alemania, desarrolló un programa de misiles intercontinentales para portar su reciente armamento nuclear. Se llamaba Koroliov.

Con el R7, el primer misil balístico intercontinental, el 3 de agosto de 1957, Moscú abrió a su vez las puertas del espacio con el Sputnik. El 1 de octubre de 1957 Radio Moscú anunciaba en qué frecuencia de radio se podría sintonizar en todo el mundo el bip-bip de la esfera de 83 kg.  que gravitaba en el espacio. Eso supuso un golpe propagandístico contra los Estados Unidos, que asistieron asombrados a que el 3 de noviembre de 1957 la perra Laika orbitara la Tierra en un artefacto de 508 kg.

El 12 de abril de 1961 por primera vez un hombre orbitaba la Tierra: Gagarin.

¿Quieren conocer la historia del hombre que lo hizo posible?

Werner Von Braun perteneció al partido nazi y a las SS, y el mismo campo de Peenemunde estuvo al mando de las SS, no de las fuerzas armadas alemanas. Tras poner Von Braun sus conocimientos científicos y tecnológicos a disposición de los americanos fue perdonado por USA, Alemania y el Reino Unido de cualquier acusación de crímenes de guerra o contra la Humanidad, y tampoco los cazadores nazis se metieron nunca con él, gozando de gran reconocimiento y bienestar en Estados Unidos durante el Proyecto Apolo.

No habían tenido tanta suerte ni reconocimiento los 60.000 prisioneros, provenientes de 40 países, utilizados como trabajadores forzosos en Dora Mittelbau.

Unos 40 000 murieron a causa de las brutales condiciones de alojamiento y trabajo.

De los túneles de Dora Mittelbau salieron un total de 4575 bombas volantes, las V2, y para su fabricación murieron directamente en su producción 26.500 prisioneros, es decir, que cada V2 se llevó por delante a una media de seis prisioneros.

Mientras tanto, en la Unión Soviética su héroe misilístico y astronáutico pasó todo tipo de calamidades.

Si repasáis la wikipedia  veréis que fue capturado durante las purgas estalinistas de 1938, y pasó seis años en un gulag siberiano por la contrarevolucionaria idea de preferir el combustible líquido al sólido para los cohetes.

En 1919 ya había sufrido un ataque de tifus agravado por el hambre. Perteneció al Instituto de Investigación de Propulsión a Reacción (RNII), dirigido por el ingeniero militar Iván Kleimenov. Este grupo combinado contaba con un número de personas entusiastas de la exploración espacial, incluyendo a  Valentín Glushkó.

Koroliov llegó a ser subdirector del Instituto, dirigiendo el desarrollo de misiles de crucero y de un planeador propulsado por cohetes.

Siendo ingeniero jefe en el RNII, el 22 de junio de 1938, durante la Gran Purga, hombres de la NKVD entraron en su apartamento llevándoselo. Fue acusado de subversión, al parecer debido a su deseo de trabajar en aeronaves propulsadas por cohetes de combustible líquido más que en cohetes de combustible sólido. Supuestamente había gastado demasiado dinero en un proyecto que no era prioritario en el RNII. Koroliov no tuvo un juicio, sino que fue golpeado por sus captores hasta conseguir de él una confesión. Fue condenado a diez años de cárcel. Más tarde, averiguaría que había sido denunciando por Valentín Glushkó, y esto dio como resultado la enemistad entre ambos, así como la suspicacia constante de Koroliov hacia los otros diseñadores jefes. Tras meses de viaje y abusos, Serguéi llegó finalmente al gulag de Kolymá en Siberia. Las condiciones en el campo eran brutales, tratados duramente, con poca comida, faltos de ropa adecuada contra los elementos. El campo era famoso por su índice de mortalidad de 10.000 prisioneros al año, lo que suponía la muerte anual de casi el 30% de la población reclusa.

Otros miembros del RNII también fueron arrestados y el líder del grupo militar fue ejecutado. Cada persona de importancia que había trabajado en el Instituto fue ejecutada durante 1937-1938, dejando a Koroliov como un afortunado superviviente.

El programa cayó durante años y quedó muy retrasado de los rápidos avances que se realizaban en Alemania. Las purgas de Stalin dejaron al poder militar sin líderes y a un ejército débil justo antes de la invasión alemana del 1941.

Serguéi sobrevivió al gulag, pero con secuelas como la pérdida de dientes, una fractura de mandíbula y una enfermedad cardiaca. Había permanecido durante cinco meses en el campo, realizando trabajos forzados en una mina de oro. En Moscú, sin embargo, decidieron reabrir su caso. Como resultado fue traído de vuelta en un tren donde sufrió escorbuto, lo que casi le costó la vida. Tras la reinvestigación, la sentencia de Koroliov fue reducida a ocho años. En ese momento, un número importante de rusos intercedió en su favor, lo que le permitió no regresar al gulag.

En su lugar, fue enviado a una sharashka, una especie de cárcel para intelectuales. Se trataba de unos campos de trabajo para científicos e ingenieros para que estos trabajaran en proyectos asignados por la dirección del partido.

La Oficina Central de Diseño 29 (KB-29, ЦКБ-29) de la NKVD, funcionaba como lugar de reclusión para los ingenieros de Túpolev, y allí fue enviado Koroliov para trabajar con su antiguo mentor. Durante la Segunda Guerra Mundial, esta sharashka diseñó los bombarderos Túpolev Tu-2 y el caza Ilyushin I1-2. Trasladaron varias veces al grupo durante la guerra, la primera para no ser capturados por las fuerzas alemanas. En 1942 Koroliov fue trasladado a otra sharashka, como subordinado del ingeniero de motores de cohete Glushkó. En la sharashka se diseñaban elementos para motores de aviones a reacción. Koroliov estuvo en ese lugar, aislado de su familia, hasta 1944. Viviendo bajo el miedo permanente de ser asesinado a causa de los secretos militares que conocía, y profundamente afectado por su experiencia en el gulag. Por todo ello, su carácter se hizo reservado y cauteloso.

El 27 de junio de 1944, Koroliov, junto a Túpolev, Glushkó y otros, fue puesto en libertad por un decreto especial del gobierno, y sus anteriores cargos fueron desestimados.

El 30 de diciembre de 1960, Koroliov sufrió su primer ataque cardiaco. Durante su convalecencia también se descubrió que sufría trastornos en el riñón, dolencia que arrastraba desde su detención en los campos de prisioneros. Fue advertido por los doctores que si continuaba trabajando tan intensamente como hasta entonces no viviría durante mucho tiempo. Sin embargo, Koroliov pensó que si los soviéticos perdían la carrera espacial, Jrushchov cortaría probablemente la financiación de sus programas. Esta idea fue lo que le llevó a trabajar aún con mayor intensidad.

Hacia 1962, los problemas de salud de Koroliov comenzaron a acumularse provocándole numerosas dolencias. Tuvo una hemorragia intestinal que le llevó al hospital. En 1964 los médicos le diagnosticaron una arritmia cardiaca. En febrero pasó diez días en el hospital después de un problema de corazón. Poco después sufría una inflamación en la vesícula biliar. También comenzó a padecer sordera, quizás debido al ruido de las pruebas de los motores de cohete.

Las circunstancias reales de su muerte son aún inciertas. En diciembre de 1965, fue diagnosticado de un pólipo sangrante en su intestino grueso. Entró en el hospital el 5 de enero de 1966 para una operación rutinaria. Nueve días más tarde moriría, al parecer por una operación mal realizada. El gobierno informó que falleció por un gran tumor cancerígeno en el abdomen. Pero más tarde Glushkó divulgó que realmente murió por una operación de hemorroides mal realizada y que su débil corazón contribuyó a su fallecimiento tras la operación.

Según algunas fuentes, Petrovski, Ministro de Sanidad soviético, decidió operar él mismo a Koroliov, a pesar de que no era experto en sus dolencias. Durante la intervención descubriría tumores en el intestino, pero siguió operando sin ayuda, equipamiento apropiado, ni suplementos sanguíneos. Esta operación, de cinco horas de duración, acabó con la muerte de Koroliov durante la operación. Según esta versión, Koroliov fue eliminado porque se juzgó que había cometido errores graves en los últimos años de su ejercicio.

Bajo la política iniciada por Stalin y continuada por sus sucesores, la identidad de Koroliov no fue revelada hasta su muerte. La razón pretendida era para protegerle de agentes extranjeros de los Estados Unidos. Como resultado, el pueblo soviético no se enteró de sus trabajos hasta después de su muerte.

Su obituario fue publicado en el Pravda el 16 de enero de 1966 (quizá por eso los norteamericanos pisaron la Luna en 1969 antes que los rusos), mostrando una fotografía de Koroliov con todas sus medallas. Fue enterrado con honores de estado en el muro del Kremlin.

astroalbo

Interesante semblanza Antonio.  :ok: