Estamos en proceso de recuperación de las secciones de LQ. Por favor, ten paciencia.

Un equipo internacional de astrónomos ha anunciado hoy día 7 de agosto de 2007, que han descubierto el mayor planeta extrasolar conocido, es un 70 % mayor que Júpiter.

Este asombroso nuevo planeta apodado TrES-4 es realmente menos masivo que Júpiter. Dado su mayor tamaño y su menor masa, el planeta posee una baja densidad, vamos, que se le puede calificar de esponjoso.

El descubrimiento de TrES-4 fue hecho por un grupo de astrónomos trabajando con el Trans-atlantic Exoplanet Survey. Esto es una cadena de pequeños telescopios automáticos situados en Arizona, California y las Islas Canarias, diseñados para realizar cuidadosas mediciones de la cantidad de luz que procede de las estrellas. Un oscurecimiento y luminosidad alternativa de una estrella constituye un candidato de ser un planeta en tránsito, alterando su luz según se desplaza delante de ella.

TrES-4 posee una densidad de 0,2 g/c.c que resulta ser inferior a la densidad de la madera de balsa. Podría flotar fácilmente en el agua si se dispusiera de una piscina gigante.
El planeta está situado a 1 400 años luz de distancia, y orbita a su estrella en 3,5 días. Esto lo sitúa en la clasificación de planetas jovianos calientes pues lo orbita a tan solo 7,2 millones de km de su estrella alcanzando una temperatura de 1600 ºK. (1327 ºC).

¿Cómo puede un planeta con tan poca masa ser tan grande?

“TrES-4 se presenta como un problema teórico”, ha manifestado Edward Dunham, científico instrumental del Observatorio Lowell. “Es relativamente mayor respecto a su masa y que los modelos actuales de planetas gigantes supercalientes pueden explicar. Es bueno que aparezcan problemas, puesto que aprendemos cosas nuevas resolviéndolas”.

Para capturar planetas en transito, la cadena de telescopios realizan exposiciones en gran angular de cielos claros tantas noches como sea posible. Posteriormente, los astrónomos realizan mediciones de la cantidad de luz procedente individualmente de cada estrella presentes en el campo, para detectar si alguna de ellas ha alterado su brillo. En el caso de TrES-4 disminuyó la cantidad de luz recibida de la estrella en un 1 %. No es mucho, pero con los telescopios y las técnicas de observación se pueden detectar alteraciones en los datos recibidos.

Una vez que los astrónomos descubrieron un candidato con el TrES-4, apuntaron sus potentes telescopios de 10 m de W.M. Keck y el de la cima del Mauna Kea, en Hawai. También continuaron realizando observaciones con el Observatorio Lowell y el Fred L. Whipple de Arizona.

Fuente:
Lowell Observatory News Release y
Universetoday

Imagen:
http://www.universetoday.com/wp-content/uploads/2007/08/tres.thumbnail.jpg

Archivo:
Extrasolar Planets