El satélite Swift ha realizado un descubrimiento inusual. El satélite detectó una extraña estrella que «parpadeó» en rayos gamma, raxos X, y luz visible, y entonces se desvaneció. En junio, el Swift detectó un pico de rayos gamma que duró menos de 5 segundos. Pero este destello en altas energías no fue una explosión de rayos gamma – el llanto al nacer un agujero negro lejos en el Universo. Fue algo mucho más cercano a casa. Durante los siguientes 3 días, el objeto brilló y se desvaneció en luz visible. ¡Destelló unas 40 veces! Once días más tarde, volvió a destellar, esta vez en longitudes de onda infrarrojas. Entonces, desapareció de nuestra vista.
El Siwft informó de la posición del evento a los astrónomos de todo el mundo, así que en pocos minutos, los telescopios robóticos se volvieron a una zona de la constelación de Vulpecula. Fue catalogado como «Swift J195509+261406». Así que varios astrónomos echaron un vistazo a este objeto inusual antes de que desapareciera.
Los astrónomos piensan que el objeto es un tipo especial de estrella de neutrones llamado magnetar. «Estamos tratando con un objeto que estuvo hibernando durante décadas antes de que entrara en un periodo corto de actividad,» explica Alberto J.Castro-Tirado, autor principal del artículo que fue publicado en la edición del 25 de septiembre de la Revista Nature. «Los magnetars permanecen tranquilos durante décadas.»
Aunque miden solo unos 20km, el tamaño de una gran ciudad, las estrellas de neutrones tienen los campos magnéticos más fuertes de todo el cosmos. Algunas veces, estos campos magnéticos son superfuertes, más de 100 veces la fuerza de las típicas estrellas de neutrones.
Los astrónomos ponen a estos monstruos magnéticos en su propia clase: magnetars. Solo se conocen una docena, pero los científicos sospechan de que nuestra galaxia contiene muchos más. Simplemente no los vemos porque están tanquilos la mayor parte del tiempo.
¿Así que qué ocurrió el año pasado? ¿Por qué estas estrellas nunca antes vistas se comportan tan malamente? ¿Y por qué paró?
Combina el inflado campo magnético de un magnetar con su rápido giro, y tarde o temprano algo dará. De vez en cuando, la rígida corteza del magnetar se parte debido a la presión.
Esta especie de terremoto libera energía magnética acumulada, lo que crea estallidos de luz y radiación. Una vez que la corteza y el campo magnético de la estrella se tranquilizan, la estrella se oscurece y desaparece de nuestra vista. Al menos hasta el próximo terremoto.
Los astrónomos sospechan que los magnetars pierden sus garras conforme el tiempo pasa, pero el Swift J195509+261406 proporciona el enlace perdido entre los objetos que exhiben una actividad regular y aquellos que se han adaptado al retiro y a la invisibilidad.
«Me gusta cuando el Swift permite un descubrimiento como éste,» dice Neil Gehrels, científico principal de la misión en el Centro Espacial de Vuelos Goddard de la NASA, en EE.UU. «El observatorio es un robot astronómico construido para estudiar las explosiones de rayos gamma, pero puede también apuntar rápidamente a otros objetos binarios raros con destellos brillantes.»
Fuente: Universe Today